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Dennis Schroder será otro de los basquetbolistas que llevarán la bandera de su país en la Apertura de los Juegos Olímpicos, en este caso de Alemania. El base, campeón del mundo y con un gran sentido de pertenencia con su nación, recibió con una gran emoción la noticia.

“Es increíble con mi historia. Mi madre de Gambia, yo siendo de piel negra en Alemania, fue duro algún tiempo mientras crecía. Pero ahora el tener la posibilidad de representar a Alemania es increíble, es excelente para mi familia, no solo para mí, para personas que viven una situación similar a la mía. Es una gran declaración de principios en Alemania” expresó con FIBA el base.

“Me atacan porque soy negro, y a mi mujer Ellen porque está con un hombre negro. Pero hay algo que me parece importante destacar: no me veo solo en el papel de abanderado por ser negro y, por tanto, poder hacer una declaración contra el racismo. También lo veo como un premio a los logros de la selección nacional de baloncesto en los últimos años” expresó en Spiegel Sport.

Dennis, con descendencia de Gambia, país africano donde nació la mayor parte de su familia, creció como un musulmán negro en Alemania, algo nada fácil. Era uno de los dos niños negros en una escuela de 800 alumnos.

“Tenía un amigo blanco, Fabián; éramos muy cercanos. Todavía hablamos. Fuimos a la escuela 18 años juntos. Pero otras personas decían: 'Mírenlo. Es negro. Tiene suciedad por todo el cuerpo'. Cosas así. Cuando comencé a meterme en el baloncesto, la gente no decía nada. Todavía sabía que no les gustaban los negros, que pensaban que yo era diferente a ellos. Así que simplemente lo acepté y pasé de allá” contó el propio jugador.

Pero el dedicarse a ser profesional fue a partir de los 16 años. Cuando tenía esa edad falleció su padre, Axel, por problemas de corazón. Hasta allí pasaba sus días jugando e imitando videos de básquet y andando en skate con su hermano. Pero cuando su papá lo dejó, decidió seguir su consejo y dedicarse de lleno al básquet, lo que le haría cambiar su vida como él le decía.

Todo esto lo descubrió en una carta al día siguiente del fallecimiento de Axel en un cajón en un escritorio. Todo cambió después de eso. “Sacarlo del parque cuando tenía 10 años y verlo ahora en la NBA, es como una película ganadora de un Oscar” contó en Bleacher Report Liviu Calin, su entrenador de la infancia.

A pesar de que en un principio no confiaban en él, Phantoms Braunschweig y en 2011 debutó en primera división. Luego de haber sido elegido mejor jugador joven y el más mejorado de la liga alemana, decidió probar suerte en el draft 2013 de la NBA, siendo elegido en la posición 17 por los Hawks.

Su arrogancia no era bien vista en inferiores, pero se hizo lugar: “Mi hermano me decía todos los días: 'Eres algo especial. No hay mucha gente en Alemania que piense como tú”. Debutó en 2015 con Alemania y poco a poco se hizo dueño del equipo, ha sido la figura en todas y cada una de las competencias, y ahora quiere seguir haciendo historia con los colores de su nación, esa que su padre soñaba para él.