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Atenas tuvo 3 semanas durísimas. Ya lo sabe todo el mundo. El viernes, el plantel se hisopó completo para viajar el domingo por la noche a Buenos Aires y todos dieron negativo. El lunes llegaron y se hicieron el nuevo hisopado para entrar en la burbuja y el martes salió que Octavio Sarmiento había dado positivo. Eso provocó que su compañero de habitación, Juan Manuel Torres, también fuera aislado. Ahora, el pivote espera un nuevo testeo, que será hoy o mañana, para ver si puede jugar el domingo. Charlamos con él de todo lo que está viviendo. 

- Contame cómo fue todo el episodio y como estás ahora.
. Salimos todos de Córdoba con nuestro hisopado negativo en la mano obviamente. Llegamos a Buenos Aires en la mañana del lunes como muchos de los equipos y entre la mañana y después del almuerzo nos hisoparon a todos los equipos. Esa noche entrenamos con normalidad, descansamos y el martes teníamos cancha a las 19.30. Esa tarde llegaron los resultados de los hisopados y mi compañero de habitación, Octavio Sarmiento, dio positivo en COVID 19. Yo dí negativo. Pero por protocolo, al ser su compañero de habitación nos aislaron a ambos en habitaciones diferentes. Los dos estamos sin ningún síntoma, sintiéndonos muy bien, pero aislados. Desde esa tarde del martes no nos movimos de nuestras habitaciones, hacemos todas las comidas aislados como manda el protocolo y ahora estamos esperando que nos hagan los nuevos hisopados y nos den los resultados. En mi caso particular estoy indignado porque el primer juego contra Instituto significaba mucho para mí, por ser el primer juego de la Liga, el clásico y por enfrentar a mi hermano. Tenía muchos condimentos especiales, además de poder estar junto a mi equipo honrando la memoria de nuestro entrenador, el Turco Arduh. Pero sabíamos que esto podía suceder y si queremos que la burbuja funcione tenemos que apegarnos al protocolo, Atenas y todos los equipos de la Liga.

-¿Cómo había sido el cuidado de todos en Atenas previo al viaje?
. Nuestro cuidado en Cordoba fue inmejorable hasta el día que partimos para Buenos Aires. Es de público conocimiento que tuvimos que superar muchísimas situaciones adversas que ahora no voy a tocar. Cuando se dio el primer contagio dentro del equipo nos aislaron a todos, después de hisoparmos inmediatamente. Después de aislarnos y tener los resultados negativos volvimos a las prácticas, al aire libre primero un par de días y después en la cancha, a excepción de Machuca, que fue el único positivo, que se aisló los días que correspondía, se volvió a hisopar, dio negativo y se sumó a las prácticas. Siempre seguimos los protocolos de llegar a la cancha ya equipados, no podíamos usar vestuarios ni siquiera para cambiarnos, nos proporcionaron ropa de entrenamiento y toallas que cada uno lavaba en su casa para evitar cualquier tipo de contacto, al igual que el agua por supuesto. Hacimos todo lo posible para poder viajar completos y lo logramos. También fue de público conocimiento que la mayoría de los equipos tuvo que sortear estos baches por contagios y apegarse al protocolo así que en ningún momento pusimos exscusas. Nuestro objetivo pese a todo lo que nos pasó y pasa era llegar de la mejor forma física y deportiva que podamos en el poco tiempo de trabajo que tuvimos con el plantel completo y lo logramos. No podríamos haber entrenado ni prepararnos mejor para el comienzo de esta Liga de lo que lo hicimos, no tengo ninguna duda de eso.

-¿Cómo te pegó lo de Arduh y cómo creés que lo asimiló un plantel con muchos jóvenes que vienen del ascenso para demostrar lo que pueden y con dos entrenadores debutantes? Y tu rol de líder en ese contexto.
. Lo del Turco fue un golpe durísimo. No había tenido la oportunidad de ser dirigido por él, solo de cruzármelo en la cancha y saludarnos o en algún hotel que coincidimos. Tuvimos una charla muy extensa después que terminara la primera práctica de la pretemporada y me transmitió una energía y una sinceridad que se me quedó muy grabada, por el contenido y por lo que me transmitió. La vocación de profe es algo que no podía evitar. Cuando pasó lo de su internación estuve en contacto en todo momento con Nico y el lunes, ya en Buenos Aires, bajñe del ascensor para ir a la práctica y Cristian Colli me llamó y me dio la noticia. Fue un shock muy grande, no podía asimilarlo. A pesar de no conocerlo tanto me pasó eso que te conté con esa charla y esos entrenamientos que pudimos hacer juntos. Llegué a sentirlo una persona muy cercana. El plantel no lo asimiló hasta hoy. Todos lo aceptamos porque no nos queda otra. Ver la fortaleza de Nico en esta situación es algo que no se puede describir, ni siquiera te hablo de ser profesional porque eso en este momento es lo de menos, sino la fortaleza como hijo, de seguir adelante con el equipo que ayudó a conformar junto a su papá. Es una lección de vida esto, nadie tendría que dejar pasar la oportunidad de ver cómo está llevando esto Nico porque es un ejemplo a seguir. Cristian Colli nos reunió a todos esa noche en la cancha de San Lorenzo, antes de entrenar y nos dijo que la última cosa que el Turco había hecho por este deporte que él quería tanto era elegir a cada uno de nosotros para conformar el mejor plantel que podía. Ese había sido su último acto como entrenador. Tenemos que honrar eso, creo que estás palabras de Cristian resumen todo. Hay muchos debutantes en el equipo, jugadores que ya demostraron en sus categorías que pueden jugar y que ahora quieren dar el paso a la Liga, y anoche dejaron en claro el hambre que tienen contra un rival como Instituto que se armó muy muy bien y sin dudas tienen un presupuesto más grande que el nuestro. Pero no sólo hambre sino cualidades tácticas y técnicas. Empezamos por un muy buen camino. Pese a la derrota hay que saber ver todas las cosas buenas que se hicieron. Logramos crear frente a toda la adversidad un gran grupo de trabajo, y está claro que soy el más experimentado del plantel pero lo más fácil fue adaptarme yo a la dinámica de energía del equipo. En muchas cosas los sigo yo a ellos y en otras intento aportar desde donde sea. Cualquier detalle o información que les pueda dar de los rivales, sobre todo de los jugadores en mi posición, sirve. No veo la hora de poder volver a sumarme y poder tirar del carro junto a ellos cómo lo veníamos haciendo hasta ahora. Juntos.

-¿Cómo ves el tema burbuja? ¿Te genera temores, entusiasmo, angustia? ¿Le ponés onda para que se pueda sobrellevar o con los días la imaginás más complicada?
. Está claro que la única manera que teníamos de volver era en este formato de burbuja. Estuve hablando con muchos amigos y compañeros que están jugando en otras ligas y lo de México fue difícil. Fecha de por medio había partidos suspendidos por contagios en los planteles, varios jugadores argentinos se contagiaron. Tuvieron que terminar dos fechas antes la fase regular y acortar las series de playoffs. Así que estoy convencido de que esta era la única manera de volver. Por supuesto que genera temores y hay que tenerle mucho respeto al virus. Dentro de la infraestructura que nos ofrecieron hay que hacer lo posible para que todo salga bien. Hoy más que nunca es cuidarnos para cuidar al de al lado. En el hotel que está Atenas somos 10 planteles. Te imaginarás la cantidad de personas que eso involucra. Pude hablar con varios compañeros y todos somos consientes, estamos preocupados, pero también ocupados en que esto salga bien y la única manera es cada uno hacer lo que tiene que hacer y que la AdC nos siga respaldando. Es algo inédito esto, nadie lo esperaba, pero había que poner toda esta gran máquina en funcionamiento. Muchos puestos de trabajo. No nos olvidemos que del resultado de esta burbuja depende el arranque de las otras categorías, y muchísimos jugadores están parados esperando a que esto salga bien para poder volver a competir, a trabajar. Así que tenemos una gran responsabilidad en las manos. Espero que todos lo veamos de esta manera y actuemos en consecuencia, hoy más que nunca hay que ser generoso, pensar en el que tenemos al lado. Si no lo somos hoy ¿cuándo lo vamos a ser?

Fabián García / [email protected]
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