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Desde hace unos años, FIBA ha implementado un ranking que define la posición mundial de más de 160 países, y que más allá de lo que genera emocionalmente estar arriba o abajo, es determinante para las chances en los torneos importantes, porque este ranking define los cabeza de serie. Desde hace poco, FIBA cambió su sistema de calificación, por el cual cada partido que se juega en los 8 años previos, tiene injerencia. Y no solo por ganar, sino también por cuánto. Intentaremos explicar cómo funciona. Anticipamos: no es tan sencillo. 

FIBA mide los rating points (RP), y luego los utiliza para armar el ranking. Y reparte 1000 puntos básicos en cada partido oficial. De cualquier competencia. El ganador se lleva 600 puntos si gana por una diferencia de 1 a 9, 700 si gana por 10 a 19 puntos, y 800 si gana por 20 o más. El perdedor se lleva 400 puntos si pierde por 9 o menos, 300 si pierde por 10 a 19, y 200 si lo hace por 20 o más. Hasta ahí, es medianamente sencillo. 

Luego están los HAP, que son los puntos otorgados al local y al visitante (por su abreviatura en inglés de home and away points). Esto se da en los clasificatorios y en los torneos internacionales. En estos últimos, solo cuentan los que involucran al local. El resto se consideran neutrales. Si el visitante le gana al local, suma 70 puntos y el derrotado, -70. Si gana el local, nadie suma nada por este punto.

El tercer ítem que se toma es el más complejo. Se trata del opposition ranking points (ORP), o puntos por el ranking del rival. ¿Qué es esto? A ver. Este punto valora el nivel del rival al que un equipo se enfrenta. Lea con atención, porque es complicado. El ORP se define con la siguiente fórmula: 1.5 x (Promedio de ranking de los equipos del torneo que se está jugando menos el ranking del rival). 

Ejemplo completo tomando los 3 ítems que conforman el RP. Islas Vírgenes derrotó en la Americup 2017 a Canadá 83-71. Se llevó 700 puntos básicos por ganar por entre 9 y 19 puntos, 0 por el HAP (fue en cancha neutral) y 84 por el ORP. Desmenuzemos el ORP de ese partido. El promedio del ranking general de ese torneo era de 76 y Canadá estaba Nº 20. Entonces, para IV el ORP fue: 1.5 x (ranking general 76- ranking Canadá 20, 56): 84. Islas Vírgenes sumó en ese partido 784 puntos (RP). ¿Y Canadá? Se llevó 300 por perder por entre 9 y 19, 0 por el HAP y 31,5 por el ORP. ¿Cómo es este último caso? Islas Vírgenes estaba 55 en el ranking, entonces el ORP fue 1.5 x (76-55= 21). Total: 31,5. RP: 331,5.

Bien, ahora veamos qué hace FIBA con esto para armar el ranking. Es la parte más difícil. Lo primero que hace FIBA es definir el peso del partido. ¿Cómo se mide eso? Así. Los resultados más recientes valen más que los más viejos (Time Decay, TD). Se toman los últimos 8 años, con esta diferenciación: año actual y anterior (0 y -1) valen 1; -2 y -3 (0.75), -4 y -5 (0,50) y -6 y -7 (0,25). Luego está el tipo de competición (C): Mundial vale 2.5, Juego Olímpico 2, Eurobasket 1, Americup 0.8, Asiabasket 0.4 y Africabasket 0.3. Luego se mide clase de competición (S): preclasificatorio vale 0.25, clasificatorio 0.5 y torneo central, 1. Y finalmente se toma la etapa de cada torneo (R): primera ronda vale 1, segunda 1.25, tercera 1.5, cuarta 1.75 y quinta, 2. El peso (W), será entonces igual a esta fórmula: TD+C+S+R. 

Ejemplo. Supongamos que tomamos la semifinal del Eurobasket 2017 y la medición se hace ese mismo año. Eslovenia le ganó a España. El W sería: TD 1 (último año), C 1 (Eurobasket), S 1 (torneo central), R 1.75 (semifinal o cuarta ronda). Es decir, 1x1x1x1.75= 1.75. 

Llegamos al final. El ranking, o mejor dicho, la suma de cada país para el ranking se hace sumando todos los partidos disputados por cada país en los últimos 8 años (RP), por el W (peso de cada partido), dividido el número de partidos, con una excepción en los casos de los países con pocos partidos disputados, en el que se usa una fórmula matemática con una cifra (denominada k), que diferencia esa situación. 

Por todo esto, usted podrá ahora darse cuenta por qué Argentina cayó de golpe 3 puestos en el ranking y Eslovenia subió 12 para colocarse cuarto. Argentina perdió 1 partido por más de 20, otro por 18 y otro por 10, y el que ganó, si bien fue por 20, fue ante un equipo rankeado bajo, lo que no le dio tantos puntos. Eslovenia, por el contrario, al no jugar el Mundial, sumó un Repechaje extraordinario más unos Juegos donde metió 2 triunfos por más de 20 puntos y otro por 18. Llegando además a semis. 

Por eso, el nuevo entrenador de la selección argentina, Néstor García, sabe que ningún partido se puede dejar pasar, que todos suman, que las diferencias valen mucho, y que eso puede costar ser o no cabeza de serie, por ejemplo, en el Mundial 2023. Nada menos.