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La lista de argentinos que continúan con sus carreras en el extranjero sumó un nuevo integrante este martes cuando se confirmó que Facundo Petracci se convirtió en el nuevo entrenador del seleccionado de Siria. El país asiático es un lugar ya conocido por el bahiense porque estuvo en varias ocasiones dirigiendo distintos equipos.

Mientras se prepara para afrontar esta nueva experiencia, dialogamos con Petracci para conocer cómo lo tomó esta chance, cuáles son los objetivos y más.

-Otra vez en Siria. ¿Qué significa este país en tu carrera como entrenador?
.Es un país importante dado que tuve la posibilidad de dirigir en dos ocasiones en la Liga Profesional y competir en los principales torneos de Medio Oriente. Esto me dio la posibilidad de conocer mucho a Medio Oriente, a su competencia, hacer buenos papeles cada vez que me tocó competir. Pude generar vínculos con mucha gente y ganarme el respeto trabajando seriamente, por lo cual es un país al cual le agradezco que cada vez que tuve la chance de poder trabajar me trató de la mejor manera.

-¿Cuáles son tus sensaciones en esta nueva aventura que te vas a embarcar?
.Es una mezcla de sensaciones que se me vienen al cuerpo. Por un lado una tremenda alegría de tener la chance de poder continuar mi carrera y la oportunidad de dirigir una selección nacional que no es algo que suceda todos los días. Un sentido de responsabilidad por lo que implica dirigir un seleccionado nacional. Mucha adrenalina de querer que el proceso empiece ya, con la cabeza trabajando en todos los escenarios posibles, imaginando sistemas de juego y también trabajando sobre algunos posibles refuerzos que pueda tener el equipo para la Ventana FIBA.

-Primera vez que vas a estar al frente de un seleccionado nacional. ¿Cómo lo tomas? ¿Cuáles son los objetivos, el desafío?
.El principal objetivo, obviamente, es clasificar a la Asia Cup. Jugar esta primera Ventana, como local ante El Líbano y contra Emiratos Árabes en Dubai. El primero ante el gran rival a vencer, la gran potencia de Medio Oriente, despliega un básquet intenso, inteligente, que tiene jugadores con gran trayectoria, participa en casi todos los Mundiales de FIBA con lo cual es un rival complejo. Para esta Ventana puntualmente, tratar de ganar la mayor cantidad de partidos posibles. El segundo de visitante contra Emiratos Árabes va a depender, creo, en mayor o menor medida, de sus refuerzos. La expectativa es, no solamente conseguir los resultados, sino tratar de desplegar un juego intenso, comprometido con la idea, colectivo. Por ahí pasa el desafío de las próximas semanas.

-¿Te sentís más valorado como entrenador en el extranjero que en tu propio país?
.No pasa por una cuestión de valoración o no. Creo que tuve la suerte de dirigir más en el exterior que en mi propio país y en mi país tuve la suerte de ocupar cargos ejecutivos que me dieron la chance de estar en lugares increíbles. Disfruto de mi carrera y los momentos de mi carrera, valoro cada uno de los espacios y los momentos que me tocaron trabajar en distintos clubes. Sobre todo mi etapa en el básquet formativo, en mi ciudad natal, en Bahía Blanca, luego en La Plata, la chance de haber estado trabajando con grandes entrenadores, la posibilidad de poder estar trabajando en la Confederación y cercano a tremendísimos entrenadores. Todo esto es algo de lo que tengo que estar profundamente agradecido.

-Hace unos días se confirmó que Casalánguida vuelve a Argentina luego de estar en el extranjero, Prigioni en la NBA, el Che García de Dominicana a Arabia Saudita, Fernando Duró en Venezuela. ¿Por qué crees que son tan buscados, ponderados los entrenadores argentinos en el exterior?
.Creo que se conjugan varios factores para que el entrenador argentino sea tan valorado en el exterior, dirigiendo y liderando proyectos, tanto en Latinoamérica como cada vez más lejos. También te estás olvidando de Rodrigo Pastore que está hace varios años en Alemania que dirige en la primera ahora, haciendo una carrera increíble. Facundo Muller en Japón. Hay varios representantes en academias chinas, en Australia en proyectos de la NBA, hay entrenadores argentinos en varios niveles. En esto se conjugan dos cosas, por un lado la mirada hacia el exterior para buscar la viabilidad económica de la profesión, cosa que es cada vez más difícil en Argentina porque son muy pocos los que pueden vivir de su pasión y de un trabajo full time en Argentina teniendo en cuenta el contexto económico y la subvaloración que hay del entrenador de categorías formativas que cada vez le cuesta más. Lo segundo es la adaptabilidad, la inteligencia, la formación y el espíritu competitivo. Creo que esos son los ingredientes fundamentales principales por los cuales el entrenador argentino cuando va al exterior se destaca.

Federico Radulovich / [email protected]
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