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Manu Ginóbili tuvo una carrera en Europa de menor a mayor, hasta lograr lo máximo con Kinder Bologna. Sin embargo, eso pudo ser muy distinto, por solo una cláusula.

Corría el año 2000 y el argentino dejaba Reggio Calabria después de un ascenso y una temporada en la máxima división italiana. Las negociaciones allí se centraron en la llegada de Ginóbili a Olympiakos, uno de los más grandes de toda Europa.

En charla con Basket News, el ex gerente general del club, Christos Stavropoulos, lo confirmó: “No era como si estuviéramos cerca de ficharlo. En realidad, era un trato hecho”.

El escolta iba a cobrar cinco millones por tres años, pero su agente, Lucciano Capichioni, incluyó una cláusula de salida a la NBA por 500 mil. Claro, el argentino había sido drafteado por San Antonio y sabía que RC Bufford seguía sus pasos para incorporarlo en el futuro.

En este mismo momento, Virtus Bologna buscaba a Andrea Menehin para volver a los primeros planos, pero el italiano aceptó la propuesta de Fortitudo Bologna y Ettore Messina debió buscar una opción distinta.

Allí, como describió Walter Fuochi en La Repubblica, el conjunto italiano bajó a Manu del vuelo a Grecia y lo fichó. En su contrato si incluyeron la cláusula de salida a la NBA y el argentino tuvo dos años brillantes en el conjunto de Messina, con Euroliga, Liga Italiana y Copa Italia en el primer año y el argentino como la mayor estrella.

Dos años después de este episodio de cláusula, los Spurs llamaron a la puerta del bahiense, quien no dudó y se embarcó a Estados Unidos, para jugar 16 años y conseguir cuatro anillos, además de un legado que sobrepasa lo hecho dentro de la cancha.