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"Fue el mejor partido en el que haya jugado” expresó sin dudar años después Michael Jordan. Y hacía referencia a un juego de entrenamiento que se dio en el Dream Team en la preparación para los Juegos Olímpicos de Barcelona, disputado en el Principado de Mónaco, y del que se cumplen tres décadas.

De un lado Jordan, del otro Magic Johnson. Y acá no estaba en juego solo el orgullo, sino el cetro de dominador del básquet mundial. El jugador de Chicago venía de ganar su primer anillo de la NBA, mientras que Magic había regresado luego de haber hecho público que padecía HIV.

Para el equipo de la leyenda de los Bulls jugaron Scottie Pippen, John Stockton, Karl Malone y Patrick Ewing, quedando afuera Christian Laettner y Larry Bird, este último que jugaba sus últimos momentos como profesional y lidiaba con una lesión crónica en la espalda. Por su parte, la figura de los Lakers tuvo a Chris Mullin, Clyde Drexler, Charles Barkley y David Robinson.

El equipo de Jordan fue el ganador por 40 a 36, con su figura como goleador con 17 puntos, seguido por 9 de Malone. Por su parte, Barkley fue goleador con 11 en los perdedores. Lo que era un juego de entrenamiento se hizo un duelo por el orgullo y donde las diez estrellas mostraron sus mejores armas.