Oklahoma City: finalmente el experimento de Presti dio sus frutos
20:25 17/04/2024 | El Thunder se quedó con el primer puesto de la serie regular de la NBA en la temporada después de 4 años de experimentos y críticas al general manager.
Sam Presti tiene 46 años y, salvo para el mundillo interno del básquetbol de la NBA, un apellido poco conocido. Sin embargo, los que lo conocen lo aman o lo odian. Y es que Presti, formado de muy joven, cuándo no, por la escuela sanantoniana de RC Buford y Gregg Popovich, era un nene de 23 años cuando cayó en los Spurs, como asistente de RC en el cargo de general manager. Y chupó todo el conocimiento que pudo de la franquicia más exitosa del siglo XXI.
El 7 de junio de 2007 tomó alas propias y se fue a Seattle Supersonics, ya como número 1 del básquetbol, y 3 semanas después tomó su primera decisión: elegir con el 1 del draft de ese año a... Kevin Durant. Pavada de arranque. Muy rápido vino la mudanza a Oklahoma City tras la venta de la franquicia y el armado de un equipo de leyenda, que incluyó a Russell Westbrook y, como suplente, a James Harden. Con ese equipo hizo historia y llegó a la final del 2012, perdiendo ante el Heat de LeBron 4-1.
Cuando era el momento de dar el paso siguiente, el equipo se rompió, al no poder satisfacer las exigencias económicas de Harden, que fue canjeado a los Rockets. Durant siguió unos años más y se fue a Golden State y Westbrook se quedó solo. Hubo más experimentos (Paul George, Chris Paul, etc), pero no hubo manera. Presti entonces decidió tirar la casa abajo y construirla de nuevo.
Durante años se dedicó a juntar picks de draft de primera y segunda ronda (llegó a acumular casi 40, de los que todavía tiene unos cuantos), pasó papelones deportivos con equipos impresentables por momentos (como el que integró Gaby Deck hace 3 años), llegó al punto de no gastar el salario mínimo exigido por la NBA (por eso fichó a Deck) y tanqueó todo lo que pudo para tener buenas elecciones de draft.
Antes, el 10 de julio de 2019, cerró su mejor jugada histórica. Mandó a Paul George a los Clippers, necesitados de figuras, y se llevó, además de una bolsa de picks futuros de 1º ronda, a un canadiense al que no se le conocía la voz y que pocos sabían su nombre, bastante complicado de pronunciar: Shai Gilgeous-Alexander. Y luego sumó en contrato de 2 vías a Luguentz Dort, que ni siquiera había ingresado en el draft. En noviembre del 2020, para conducir al proyecto, fichó a Mike Daigneault como entrenador.
En los siguientes 3 años hizo mil pruebas, llevó extranjeros varios, eligió a Josh Giddey en el draft 2021, a Chet Holmgren y Jalen Williams en el draft 2022 y se quedó con 2 veteranos como Mike Muscala y Bismarck Biyombo, que le ordenan un poco el jardín de infantes. OKC acaba de quedar 1º en una conferencia con un promedio de edad de 23.1 años, el más bajo de toda la historia.
¿Cómo se llegó a esto? Primero, claramente, con paciencia y con un grupo propietario de la franquicia que confió en Presti, aunque el éxito estuviera planteado para varios años más tarde. Segundo, porque Presti evidentemente tenía claro dónde ir y, sobre todo, cómo y con quién. Ocupó piezas, liberó otras, cambió, probó, volvió a cambiar, como si estuviera armando el cubo mágico, hasta que se dio cuenta que le faltaba poco para tener todas las caras idénticas.
Este OKC tiene muchas cosas a favor. La más grande, ya dicha, es su juventud. Con Shai en 25 años, Holmgren en 21, Giddey en 21, Jalen Williams en 23, Dortz en 25 y casi toda la segunda línea entre los 20 y los 25, está claro que tiene todo todavía por delante, aunque nadie les va a quitar la ilusión de ganar este año, tras una campaña fenomenal. Después tiene volumen de juego. Imposible terminar 1º en el Oeste sin eso. Ofensivamente es una máquina y defensivamente también ocupa un lugar alto en el ranking (4º en defensa, 3º en ataque).
Lo único que tiene en contra es la inexperiencia, y eso solo se consigue llegando a estas instancias. Que lo haya logrado con un equipo de 23 años promedio es increíble. Quizá este año eso le juegue una mala pasada. Pero llegado el caso, servirá de base para lo que viene. Su futuro es brillante. Quizá llegó más rápido lo esperado. La moraleja es contundente: créanle a Presti. Casi siempre tiene razón.
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