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Después de dar la enorme sorpresa el sábado a la mañana en Córdoba, Zárate Basket encaraba su segundo partido en Córdoba con la mismas ganas de sumar de visitante, pero esta vez no pudo ser. Agustín Brocal, que contra La Gloria apareció en la segunda mitad, no tuvo en este caso participación ofensiva en todo el partido y a la visita le faltaron manos anotadoras. Independiente terminó ganando 68-62 porque, en el momento clave, metió la bola de tres y, cuando no le entró, defendió duro. 

Los de Oliva habían dominado el juego a partir del tercer cuarto, llegando a sacar 14 de ventaja (43-29), pero se secó ofensivamente y le dio vida a un rival que, sin Brocal activo, encontró a Pascolatt como vía de gol clara, sobre todo con una seguidilla de triples, que pusieron a los bonaerenses a 6, ya en el último cuarto. 

Entonces llegaron las bombas. Primero una de Alonso, después otra de Paz y luego otra del propio Alonso, para poner las cosas 62-46 con 6 minutos en el reloj. Independiente quizá se confió un poco, perdió claridad, y Zárate otra vez revivió con un 8-0 para ponerle sal al cierre. Remó hasta colocarse a 4 a 32s del final, pero no le alcanzó el tiempo y el local se quedó con el triunfo 68-62, sufriendo. Alonso fue el goleador con 12 en el ganador, que tuvo a cinco jugadores en doble dígito.

Vital triunfo de Independiente para no acercarse al fondo. De hecho, con esta victoria, le sacó diferencia a su vencido (había perdido por 3 en Zárate), lo superó en la tabla y también escaló por encima de Riachuelo, para meterse cerquita del puesto 12º, que marca los que jugarán playoffs. 

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