Magnano, el encargado de un cierre dorado: "Muchas gracias por el apoyo y por contenernos"
14:06 03/11/2024 | El entrenador de la Generación Dorada fue el encargado de dar el cierre ideal para el reencuentro de los campeones olímpicos en Argentina. Palabras que nunca sobran.
El histórico reencuentro de la Generación Dorada en el Parque Roca brindó un emotivo viaje al pasado, reviviendo la mítica medalla de oro que Argentina obtuvo en Atenas 2004. Rubén Magnano, el arquitecto del equipo, fue recibido con aplausos cuando hizo su entrada en la cancha junto a su nieto, en una velada llena de nostalgia y gratitud. En un momento de humor, Magnano simuló revivir el famoso festejo de la palomita de Ginóbili ante Serbia, arrancando risas y evocando uno de los capítulos más queridos en la historia del básquet argentino. "Muchas gracias por el apoyo y por contenernos", expresó al tomar el micrófono, en una muestra del profundo vínculo que aún lo une a sus exjugadores y a la afición.
Con sus fieles discípulos —desde Oberto hasta Scola— Magnano intercambió sonrisas, consejos y hasta diseñó una jugada en su clásica tablita que su antiguo asistente y hoy rival, Fernando Duró, no dudó en espiar para alimentar la atmósfera festiva. El entrenador también tuvo el placer de recibir un mensaje sorpresa de Gregg Popovich y otro de su hermana Susana, dos videos que lo emocionaron visiblemente. Al finalizar el encuentro amistoso, los hijos de los jugadores se unieron a la celebración en un cierre que simbolizó la trascendencia de la Generación Dorada, tanto en el deporte como en la vida personal de cada integrante.
El momento cumbre llegó cuando Magnano tomó el micrófono y, con pocas palabras, expresó un mensaje de unidad: “Como nunca antes, llegamos a lugares impensados y vivimos momentos increíbles. El vehículo de ese logro se escribe con mayúscula y ese es el EQUIPO”. También dirigió un agradecimiento especial a quienes apoyaron al equipo fuera de la cancha: "Enaltecer, agradecer a nuestros padres, compañeras, amigos. Soy un agradecido a ellos porque nos sostuvieron en el día a día". Con un tono lleno de humildad, saludó a los fanáticos con un último: "Valoro el gesto del abrazo y del cariño de ustedes. Hasta siempre, chau", cerrando la velada con el cariño intacto hacia su gente y hacia una generación que, dos décadas después, sigue inspirando a Argentina.
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