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Tras no ser elegido en el Draft de la NBA 2021, Austin Reeves siguió trabajando duro para cumplir su sueño de llegar a la liga. Los Ángeles Lakers le dieron un boleto de confianza al joven oriundo de Newark, Arkansas y lo incluyeron en el equipo de la Summer League, donde tuvo un gran rendimiento que le permitió firmar un contrato two-way con la franquicia.

El joven de 1,96 m nacido en 1998 fue de menor a mayor en los Lakers. Comenzó teniendo algunos minutos hasta convertirse en una pieza fundamental del equipo de Frank Vogel en la última temporada. Se puede decir que fue el único que tuvo un rendimiento constante junto a LeBron James, quien confió desde el primer momento en el joven. El 15 de diciembre del año pasado, Reeves se ganó el respeto de su equipo y de la liga al anotar un game-winner ante Dallas Mavericks.

El escolta no quiere dejar pasar el buen momento que vive y está trabajando de una manera inusual para cualquier deportista. Desde que terminó la temporada, Reeves no se tompo vacaciones y continuó entrenando para ganar masa muscular y mejorar su tiro.

Según Jovan Buha, de The Athletic, el jugador viene realizando tres sesiones diarias de levantamiento de pesas, ejercicios con sus compañeros de equipo y regresa por la noche para mejorar su tiro, desde mediados de mayo, cuando termió la campaña de los Lakers.

Si bien los Lakers le pidieron que se tomara una semana para recuperarse del desgaste de la temporada, Reeves respondió: “A la mierda con eso. Voy a trabajar", según reveló Buha. De esta manera, el escolta de 24 años quiere mejorar su buen rendimiento en la última campaña, en la que jugó 61 partidos y promedió 7.3 puntos, 3.2 rebotes y 1.8 asistencias en 23 minutos por juego.