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El propietario del Panathinaikos fue inhabilitado por la Euroliga a concurrir a cualquier estadios en el marco de dicha competencia, por el plazo de un año. ¿La razón? Según investigaciones, Giannakopoulos amenazó por sus redes sociales a los fanáticos de Fenerbahce y el ente rector decidió sancionarlo amparándose en el artículo 24.1.g) del Código Disciplinario:  "poner en peligro las relaciones debidamente armoniosas entre clubes y perjudican el deporte del baloncesto".

Esta sanción, que no es la primera para el propietario ni para el club, hizo explotar a Giannakopoulos, quien mediante un comunicado dejó expresamente claro su intención de retirar a su equipo de la máxima competencia europea: "Si mi decisión fuera completamente personal, ya habría sacado al Panathinaikos de esta parodia. Sin embargo, serán los seguidores quienes tomen esta decisión mediante una votación organizada. Si deciden que permanezcamos en la Euroliga lo haremos, si creen lo contrario continuaremos nuestra lucha por la limpieza del baloncesto europeo en otra competición".

Pero no solamente se quedó con esa determinación, sino que redobló la apuesta: "También he instruido a nuestro departamento legal para que proceda con los procedimientos legales: Investigar, para que los 16 equipos se enteren, a dónde va el dinero de los acuerdos de TV de la EuroLiga y si su distribución es realmente justa. Para arrojar algo de luz sobre dónde se encontró el dinero que se le dio el verano pasado a los equipos para permanecer en la competencia, sin un aumento en los ingresos de los patrocinadores".

Antecedentes violentos

El Panathinaikos ya fue sancionado anteriormente por culpa de su propietario: en abril de 2015, luego de una victoria 86-85 de los Verdes sobre el CSKA, Giannakopoulos fue al vestuario para amenazar a uno de los árbitros, el turco Ankalari. "Te voy a matar. Esta noche no vas a dejar Grecia vivo. Por mis ojos, te lo prometo. Te mataré a vos y a tu familia. Es una promesa", fue la frase, que en reiteradas ocasiones, le lanzó. Este altercado le costó 150.000 euros al Panathinaikos.