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Si tuviéramos que definir al Club Deportivo San Andrés, podríamos decir algo así como que es el club más importante de la historia de la Liga Nacional entre los que jugaron menos de 10 temporadas. Hay un grupo de cuatro o cinco equipos que podríam sumarse a ese lote: Olimpo de Bahía, Gimnasia La Plata, GEPU... No ponemos a San Lorenzo porque está activo, pero es otro con menos de 10, lo mismo que Instituto. 

San Andrés tiene algo que nadie le sacará: fue el campeón de la Liga Nacional de transición, en 1984. La que revolucionó el básquet de la Argentina, más allá de que oficialmente se cuente para todas las estadísticas desde 1985. Ese equipo campeón el club nunca lo olvidará, porque además fue el título que les permitió al año siguiente ir a jugar la William Jones a Barcelona y conseguir el triunfo más importante de su historia. 

De ese grupo hay 3 jugadores en nuestro cinco ideal de su historia. Tres, indiscutidos: el base Eduardo Cadillac, el alero Luis Oroño y el polirubro Ernie Graham. Cadillac es el nombre más grande del club, un ídolo y símbolo del Deportivo. Oroño, una figura emblemática de la mejor época y Ernie Grahan el gran extranjero que tuvo en la Liga Nacional. Podríamos haberlo puesto de 1, de 2, de 3 o de 5 también. Jugaba de todo y todo lo hacía bien.

Los otros dos puestos tuvieron algo de discusión. Como escolta colocamos a Ariel Bernardini, que tuvo dos años formidables en 1990 y 1990/91, promediando 19.9 y 23.2 puntos por partido, en un San Andrés que era protagonista central de la competencia. Pero dejamos afuera a enormes escoltas del club de Malaver: Carlos Raffaelli, Ricardo Rattone, Carlos Romano... Hubo que elegir y quedó Ariel, que pintaba para crack en esa época.

La mayor discusión interna fue la del pivote. Hubo muchos buenos, pero salvo Garo Milovich, la mayoría jugó pocos partidos, aunque fueron todos cracks. Nos quedamos con Thomas Jordan por sus números, pero podría haber sido Kevin Graham, o Joe Pace, o el propio Milovich. Jordan, que venía de ser campeón con Atenas, era un pivote con un físico espectacular, que dominaba el juego interior. 

San Andrés tuvo su historia grande al comienzo y tras la temporada 1990/91 decidió abandonar la competencia. Al año siguiente hizo lo mismo Olimpo de Bahía Blanca y en tan solo unos meses la Liga se quedó sin dos históricos de la primera década. Hoy se los sigue recordando.