NBA

¿Debió Manu Ginóbili ser el MVP Finals en 2005?

10:29 23/06/2020 | El debate ya se ha vuelto algo emblemático. Repasamos los números del argentino en esa series ante Detroit.

Ginóbili y el festejo en esas Finales. (Foto: Getty Images)

La carrera de Manu Ginóbili no necesita la inclusión de ningún otro reconocimiento para ser sumamente exitosa. Desde que partió de la Argentina a Europa y luego a la NBA, se ha convertido en uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. En la liga estadounidense, se lo recuerda como uno de los extranjeros que cambió la forma de jugar e impactó de lleno en el futuro de la competencia. A pesar de todo esto, hay un debate que siempre sale a la luz cuando se habla de las Finales de 2005, en la que ganó uno de sus cuatro campeonatos: ¿debió ser el MVP? A quince años de la consagración, es bueno recordar sus números y su importancia en ese cruce con Detroit Pistons.

Duncan, la pieza fundacional de la dinastía que dominó durante tantos años, se adelantó ligeramente en cuanto a las estadísticas. Pero, al analizarlo más detenidamente, se ve con claridad que lo hizo en apartados muy específicos y relacionados a su posición: promedió 20,6 puntos, 14,1 rebotes, 2,1 asistencias, 2,1 bloqueos y 0,4 robos. Por su parte, el bahiense tuvo una media de 18,7 tantos, 5,9 recobres, 4 pases gol y 1,3 recuperos. Sin embargo, en donde verdaderamente fue superior es en la eficiencia desde el tiro.

El escolta lo hizo mejor que Timmy-D en porcentaje de acierto en lanzamientos de campo (49,4% a 41,9%), de dobles (55,% a 41,9%), de triples (38,7% a nada, porque Duncan no lanzó de tres) y en libres (85,4% a 66,7%), pero brilló aún más en rubros más profundos y analíticos como el tiro verdadero o el porcentaje de acierto efectivo. En el primero, fue una diferencia de 63,6% a 47,1%. En el segundo, de 56,5% a 41,9%. 

El contexto sirve para entender por qué el exjugador del Kinder Bologna pudo ser más determinante que su compañero. La defensa de los Pistons, una de las más férreas de la NBA por esos tiempos, se basó en contener al ala pivote a través de sus exponentes en el juego interior. Todos ellos eran especialistas. En cambio, no encontraron la forma de frenar una fuerza ofensiva perimetral como la del argentino y eso se vio reflejado en sus apariciones decisivas: en el primer partido, anotó 15 de sus 26 puntos en el último cuarto y destrabó un encuentro que parecía bastante complicado para los Spurs. En el segundo, fue la clara figura del encuentro al sumar 27 unidades y 7 asistencias para que su equipo triunfara por 97-76.

San Antonio cayó en los dos enfrentamientos siguientes y esas fueron, curiosamente, las dos peores performances de Ginóbili en la llave: 7 y 12 tantos respectivamente, pero no mucha injerencia en el desarrollo del plan. Ya en el quinto, Robert Horry brilló más que todos y definió lo que sería una victoria vital. No obstante, fue el 20 quien lo asistió en el tiro ganador que selló el 96-95. Tanto MG como TD tiraron del carro en el sexto, pero Detroit forzó un séptimo. Y allí fue cuando Manu sacó a relucir su condición de estrella.

Sumó 23 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias y estuvo brillante desde el tiro: 8/13 en lanzamientos de campo con un 61,5% en dobles y un 100% (2/2) en triples. Además, fue implacable desde la línea y no falló ninguno de los cinco libres que lanzó. The Big Fundamental aportó 25 tantos y 11 recobres, pero con un pobre 37% de efectividad en tiros de campo y cinco pérdidas. Sin embargo, su defensa fue crucial en ese choque que les dio el título.

Aunque el escolta demostró ser el componente más desequilibrante, los votantes se decantaron por Duncan. Fue un 6-4 a favor de quien recientemente ha sido inducido en el Hall of Fame por su increíble carrera. RC Buford, General Manager de la franquicia, aseguró luego que el premio debió ser compartido por ambos. A ellos poco le importó. El más importante de todos, el trofeo Larry O'Brien, ya estaba en sus manos. Pero, cuando se recuerda la figura de Ginóbili y se hace un intento por dimensionar lo que hizo en los Estados Unidos, es imposible no tener en cuenta lo acontecido en 2005.

Leandro Carranza | [email protected]
En Twitter: @basquetplus | En Twitter: @leocarranza99

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