LPB 2016/17

Vecchio: "El título tuvo un impacto en la ciudad; se habla de Guaros"

12:22 06/07/2017 | Compartimos la palabra de Guillermo Vecchio, DT que guió a Guaros a su primer título doméstico, coronándose en la definición ante Marinos.

Vecchio, campeón en Venezuela con Guaros

Guillermo Vecchio hizo historia este miércoles, guiando a Guaros a su primer título doméstico en la LPB venezolana. El entrenador argentino tomó las riendas del club en el transcurso del campeonato y desde entonces, cambió el presente de un conjunto que traía un andar irregular. A solo horas de la consagración, hablamos con Vecchio sobre el significado del logro, las claves del éxito y el contexto social en el que le toca trabajar.

- ¿Cómo estás viviendo estas primeras horas después del campeonato? La verdad que redondearon una temporada bárbara, sobre todo a partir de tu llegada.

. Salió todo bárbaro. Nos entendimos muy rápido con todos los muchachos, gente de experiencia. Jugadores como Nate Robinson, con años en la NBA, que es un coach más que tenés en el plantel. Con jugadores así aprendés más de lo que enseñás. Realmente muy bien, muy feliz. A mi me había tocado estar siete temporadas acá y siempre llegaba a semifinales, pero nunca a una final. Ganarla de esta manera, es muy fuerte. Encima con una franquicia que quiero mucho, porque esta es la tercera vez que estoy acá. Aparte fue una fiesta espectacular. Creo que Guaros es la mejor organización lejos de latinoamérica. Es maravilloso, mucha inversión, mucho personal que nos rodea, mucho despliegue. Parece un equipo de beisbol. Muy contento por la confianza que me dio la familia Hernández y poderle responder de esta manera, es histórico. Hoy es la primera vez que no se habla de los problemas sociales en la ciudad. Se habla del triunfo de Guaros. Tuvo un impacto social importante, al menos por un día.

- No deben ser tiempos fáciles para estar trabajando en Venezuela, por lo menos por las noticias que llegan hasta acá sobre la realidad social. 

. No, la verdad que no. Nosotros hemos tenido los problemas de cualquier ciudadano. Las guarimbas, que son los piquetes nuestros de Argentina. Cerca  de nosotros vemos mucha represión, mucho enfrentamiento. Ayer justamente antes de ir al partido quedé encerrado en un enfrentamiento. Llegué una hora y media antes del juego, porque me tuve que quedar quieto ahí con el auto. Unos vecinos me dejaron entrar a la casa y puder llegar a la cancha. Son todas cosas que se están dando en un país que está convulsionado y dividido muy mal. Parece una anarquía, porque no se respetan ni los semáforos de las avenidas. Está muy jodido. Pero bueno, la verdad que anoche eso se olvidó por unos momentos y fue una fiesta total de todo un pueblo.

- ¿Por qué fueron campeones?

. La unión, mucha unión. El dejarlos ser y darles libertades a los jugadores. Como lo quise hacer en Lanús, pero no me entendieron. Es el estilo que hoy por hoy se usa en NBA. Tenés que tener el personal para poder hacerlo. Mucha ofensiva y ajustes en defensa. El poco tiempo que podíamos entrenar, nos enfocamos mucho en la parte ofensiva. Los muchachos respondieron sensacional. Fueron creciendo las estadísticas de Echenique, de Vargas, de Guillent especialmente. Nate Robinson hizo un trabajo brutal. Lo castigaron mucho, porque acá es un juego muy físico. Es un jugador NBA y está acostumbrado a que lo respeten. Hasta que llegó a entender que tenía que cerrar la boca lo expulsaron dos veces y le cobraron como 15 faltas técnicas. Una cosa tremenda. Pero la verdad un tipo bárbaro, buena gente, muy profesional. La unión y el entendimiento que tuvimos en ofensiva fueron las claves. Propusimos un juego rápido, con mucha ofensiva. Adoptamos casi todos los sistemas de Cleveland y Golden State. Y teníamos a los jugadores para hacerlo. Colmenares lo hizo muy bien, Baez, Guillent ni hablar. Hayward que es como un rastrojero, porque no va a 200 kilómetros por hora, pero todos los días te daba los mismos números.  Son cosas importantes. Aprendí mucho de este grupo. Es uno de los mejores grupos que he manejado, junto con alguna selección Argentina.

- ¿Cómo es Nate Robinson?, ¿se deja entrenar o es algo complicado por su gran pasado en la NBA?

. Totalmente, es un jugador totalmente coacheable. Hay que dejarlo volar y encontrar un balance entre lo que a él le gusta y lo que vos querés. Pero en definitiva cuando el hombre se da cuenta que no está hablando con un boludo, se deja llevar. A mi me tocó trabajar seis años en Detroit y los jugadores se dejan llevar. Si vos no le estás tan encima con tanto tema de fundamentos, que eso es algo que podés hacer en otra clase de equipos, como en un Bahía Basket. Hoy por hoy en un San Lorenzo, por ejemplo, no necesitás trabajar tanto en eso. El jugador quiere más soluciones tácticas y eso fue lo que hicimos. Nate se sintió muy cómodo y nos solucionaba un montón de problemas. Un fenómeno el tipo. Es el mejor jugador que me tocó dirigir durante 30 partidos en mi carrera. Otra cosa es haber dirigido en una selección o en alguna gira que tuve a Jason Kidd, Kenyon Martin, Eduardo Nájera. Pero en el día a día es otra cosa. Me adapté, fui flexible y ellos también lo fueron. Somos un cuerpo de trabajo bien humilde, laburador. Y te repito lo importante que fue la organización. Hay 90 personas trabajando alrededor del equipo. Fue una experiencia muy positiva, he aprendido mucho. Ya quedamos en la historia, porque es el primer título LPB de la franquicia como Guaros de Lara y rompimos el dominio de Cocodrilos y Marinos de los últimos 10 años.

- Te sumás a la lista de entrenadores argentinos que hicieron historia en el club, después de lo de Néstor con la Liga de las Américas.

. Claro. A Néstor lo respeto muchísimo, tenemos una gran relación. Con él quedó la cuenta pendiente de ganar el título local. Es como Boca con la Libertadores, acá es al revés. Había mucha inversión para el título local, lo buscaban desde hace cinco años. Lo buscaba Jorge Hernández y su familia. Ayer fue una cosa realmente monstruosa la presentación, la gente que se quedó como hasta las dos de la mañana en el domo. Son cosas que me van a quedar para siempre. Mucha gente llorando. La sociedad está muy susceptible, sensible. Y por eso debe ser ese llanto de alegría. Me sentí muy gratificado como coach.

- Hablamos de lo que es la realidad del país y eso quizá influye en una decisión, pero ¿cómo ves tu futuro?, ¿tenés contrato para seguir en el equipo?

. No, el contrato terminó. Con el manager que es un tipo muy capaz, quedamos en claro que venía por este torneo. Ayer anunció que habló con mi agente para que me pueda quedar. Pero honestamente nace mi segunda nieta en octubre. Y hace un par de años que me dedico más a la familia que al coacheo. Es una decisión dura. Una vez el Toto Lorenzo me dijo: pibe, tenés que aprender cuándo agarrar y cuándo largar. Por ahí es un momento en el que se cumplió el objetivo. Ya está el ofrecimiento extraoficialmente y habrá que ver qué jugadores tendría el plantel y para qué. Porque también se está hablando de jugar la Copa Mundial, con el campeón de la NBA y de otros continentes. Me encantaría poder dirigir contra Golden State.

- Sería un sueño algo así, imagino.

. Sería una cosa más que me pondría ya en la balanza pensarlo mucho. Incluso la familia en Argentina me empuja para que siga. Me salieron dos ofertas también de Asia y las rechacé porque ya no tengo ganas de estar tan lejos de la Argentina ni de los campus. Son cosas que hay que evaluar. Hoy por hoy hay trabajo y se consiguieron objetivos. Es muy prematuro decidir algo. Hoy te digo esto, mañana capaz aparece alguna gran oferta para hacer algún programa, que es difícil hacerlo acá. También me gustaría ser campeón en Argentina, más allá de lo que conseguimos con Estudiantes de Concordia y Regatas de San Nicolás. Pero tendría que darse justo el momento y el lugar adecuado, porque hoy en la Liga se apuesta más por técnicos jóvenes y me parece bien. 

 

Juan Estévez / [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @JuanEstevez90
 

Compartir