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Los dos últimos campeones de la Euroliga ya tienen asegurado su lugar en los playoffs de la actual edición, pero la grandeza de los dos conjuntos no les permite relajarse y siguen en la búsqueda de victorias que les aseguren el factor cancha. El duelo de este viernes, se lo llevó el Real Madrid gracias a su voracidad en ataque. Los madrileños se recuperaron del 19 a 10 que los vio abajo en los primeros movimientos, y de la mano de Randolph –que anotó 11 puntos en los primeros 10 minutos– se llevaron el primer cuarto por 27 a 25.

En la continuidad se mantuvo el gran nivel ofensivo de los dueños de casa, que lograron un gran porcentaje de campo (55.6% en el 2C) pese a no estar finos desde el perímetro (0 de 4 en triples). El dominio era en casi todos los aspectos del juego, por ejemplo, en rebotes como en asistencias. El Fenerbahce no encontraba los caminos y tuvo varias pérdidas. Al entretiempo, el tanteador favorecía al Real Madrid por 52 a 45.

El regreso al parqué del Palacio de los Deportes, vio la mejor versión de Gabriel Deck. El argentino había cerrado la primera mitad con un golazo de costa a costa, y en el tercer chico jugó con su característica entrega. Aportó rebotes y también puntos, en su juego de rol para el Madrid. El equipo de Obradovic no encontraba vías de gol ni juego asociado, y con un parcial negativo de 25-16, tenía muy difícil la remontada en el último período.

Al inicio del 4C, el dueño de casa tenía una ventaja de 18 unidades, que supo cuidar hasta que sonó la chicharra final. Anthony Randolph –goleador con 21 tantos– y Sergio Llull siguieron aumentando sus números y finalizaron como las figuras de la noche. El Madrid mostró los dientes ante un rival importante en el continente, que seguramente se volverá a encontrar en su camino hacía la defensa del título.