Basquetplus.com

Los San Antonio Spurs enfrentaron este miércoles a los Boston Celtics y en ese contexto, la web de ESPN publicó una historia que no había tenido tanta trascendencia hasta el momento: el día en el que Red Auerbach y los Boston Celtics, hicieron llorar a Tony Parker. Una decisión que cambió la historia de la NBA e hizo posible una de las mayores dinastías de todos los tiempos.

Para meternos en la anécdota, hay que retroceder 15 años, hasta el Draft 2001. Tony Parker no había sido invitado por la NBA como uno de los mejores proyectos, pero estaba en la tribuna del Madison Square Garden, listo para escuchar su nombre.

El francés estaba convencido de que los Boston Celtics lo elegirían en el puesto 21, luego de que el día anterior tuviera un muy buen entrenamiento con dicha franquicia, en la que sus directivos le aseguraron que lo seleccionarían.

Solo faltaban minutos para la elección y un detalle parecía confirmar la presunción del base: Chrysa Chin, representante de la NBA, se le acercó con una gorra de los Celtics y le avisó que Boston pensaba optar por él. El tema de la gorra no es menor: una vez que un jugador la recibe, es una mera formalidad que ese equipo lo seleccione. Se trata de ganar algo de tiempo y dejar al protagonista listo para las fotos y la televisión.

SIn embargo, esta vez la historia fue distinta. A los pocos minutos, Chin volvió a escena y le sacó la gorra a Parker. "Los Celtics decidieron tomar otra dirección", le informó. ¿Qué había pasado? Red Auerbach, por entonces presidente de la franquicia, había convencido a todos de que Parker no era la opción correcta, sino que debían apostar por un favorito suyo: Joe Forte (su hermano menor, Jason, jugó hace un par de años la Liga Nacional con Obras).

Auerbach, una de las leyendas más grandes en la historia de Boston, tuvo la última palabra y los de Massachussetts terminaron optando por Forte, quien tendría una carrera desastrosa en la NBA (apenas 39 minutos totales en los Celtics). El destino de Parker, como ya es sabido, fue muy diferente.

"Los Celtics llenaron mis ojos de lágrimas esa noche", contó Tony Parker al respecto. "Cuando vinieron a sacarme la gorra y me dijeron que habían cambiado de opinión, no lo podía entender".

"Y así seleccionaron a Joe Forte. Siempre me dio curiosidad saber qué había pasado. Un día se lo pregunté al GM, Chris Wallace. El entrenador (Jim O´Brien) y el GM me querían, pero el presidente, el gran jefe, cambió de opinión".