En el penúltimo partido de su gira de preparación hacia el Mundial de China, la selección dirigida por Sergio Hernández se impuso a Rusia por 85-64 en el Olympic Sport Center de Ningbo. Los destacados en Argentina fueron Gabriel Deck, Facundo Campazzo y Nicolás Laprovittola.
Buen inicio de Argentina, presionando sobre la generación de Rusia, provocando pérdidas y profundizando el balón con Delía en el ataque estacionado. No obstante, fueron los triples los que comenzaron a dañar a los europeos, que tardaron tres minutos en abrir su cuenta (parcial de 8-2 para los de Hernández) en 3 minutos y medio.
Cuando Rusia comenzó a generar segundas opciones equilibró las acciones, Argentina perdió efectividad y se vio desbordado en el juego interno, pero fue por poco tiempo. Deck fue determinante con su ingreso, en tanto Campazzo tomó el control desde la base, el equipo volvió a defender y a lastimar con su velocidad para establecer un claro dominio del cuarto inicial: 18-8.
La regularidad se extendió con la rotación, y con Laprovittola en la conducción. El equipo siguió encontrando espacios, mientras que los bloqueos fueron determinantes para evitar que Rusia se pudiera adueñar de la pintura (29-14). El equilbrio se produjo cuando los europeos reducieron la brecha en base a constantes rompimientos, y sobre todo porque Argentina sufrió una merma en el tiro externo, que tampoco fue determinante para irse arriba al descanso largo: 39-28.
Fue interesante el trabajo de Argentina al regreso de vestuarios, básicamente porque el trabajo defensivo se intensificó, anulando el ingreso de Rusia a la pintura, y obligándolo a posesiones lentas que en su mayoría terminaron siendo improductivas. Pero los europeos no bajaron los brazos, y cuando por fin lograron romper la zona redujeron la diferencia a un dígito (50-41). En ese momento llegó la preocupación: Campazzo pisó el pie de un rival en una penetración y se tuvo que ir a vestuarios. Después se conoció la desagradable noticia: esguince de tobillo derecho y aguardar las próximas horas su evolución.
Argentina arrancó el último cuarto manteniendo el dominio (59-48), que se intensificó con el correr de los minutos para ampliar la diferencia. Se repitió la formula del cuarto anterior, con una defensa individual muy intensa, que además de contrarrestar al rival, permitió recuperar muchos balones en la primera línea. La máxima llegó a ser de diecinueve (73-54) con cinco minutos por jugar.
El resultado final marcó una diferencia abultada de 21 puntos (85-64), pero en un partido donde Rusia, tercer rival de Argentina en el grupo B, probablemente no mostró todas sus cartas. De hecho, recién definirá los 12 jugadores el miércoles, luego del último enfrentamiento de preparación.
Mañana, en el mismo escenario será el turno de España, partido que significará el cierre de la gira del equipo argentino, que por ahora registra tres victorias y dos derrotas en los juegos amistosos de cara a China 2019.
Roberto Martín (Enviado especial a Ningbo, China)
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