Al referirse al tema, Mario Romay, Director Deportivo de La Unión de Formosa, fue contundente: “Green actuó de muy mala fe”, fue lo primero que dijo para luego relatar como se fueron dando los hechos que incluyeron, antes de jugar con Instituto, la negativa del jugador a entrenar. Contó Romay que Green “empezó a preguntarle a algunos jugadores cuándo terminaba la liga y otras cuestiones que en ese momento no llamaron la atención. Pero en la previa al partido más importante que teníamos con Instituto, donde nos jugábamos la clasificación como segundos, decidió no entrenar argumentando que se le debía plata a su agente de Canadá. Nosotros lo trajimos a través de un agente uruguayo que fue con el que siempre estuvimos en contacto. Nunca con el agente canadiense que casualmente en los últimos tiempos empezó a contactarse con nosotros, y ahora nos damos cuenta que era todo un síntoma”.
Volviendo al día en que Green no entrenó, Romay agregó que “tuvo el acto de rebeldía al decidir no entrenar porque se le debía plata a su agente de Canadá que fue quien le dijo que no entrene según él. Nosotros habíamos depositado el dinero en su cuenta el día martes, para los tres extranjeros, los otros dos recibieron el día viernes y a él no se le acreditó la plata”.
Romay agregó que tuvo una discusión con Green ese día que no entrenó, “una discusión normal, donde se solucionó y él salió a jugar. El equipo consiguió la clasificación y le pidió al entrenador una semana. El lunes siguiente le digo que se fije en su cuenta a ver si se le había acreditado el dinero, tanto a su agente como a él, a lo que me contesta que sí, y nos pide los pasajes para viajar el martes a su casa. Este pasado fin de semana, que tenía que viajar para acá, avisó que no lo iba a hacer porque tenía algunas oportunidades en Estados Unidos que no las podía dejar pasar. Incluso en contacto con Guillermo Narvarte le escribió que hay veces que hay que ser egoísta en la carrera y que algunas oportunidades no hay que dejarlas pasar”.
Con el hecho consumado ahora La Unión de Formosa está iniciando los trámites ante FIBA y además hablando con un estudio jurídico que se dedica a litigios deportivos de la ciudad de Montevideo, Uruguay, para accionar civilmente. “El daño deportivo ya es irreparable, si hubiese hablado de frente y antes de la fecha de finalización de recambio de jugadores, nos hubiese dado una alternativa”, finalizó Romay.