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El 1 de junio de 2016 es una fecha que nunca se borrará de la mente de Santiago Vaulet. Aquel fatídico día sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior, del ligamento lateral externo y del menisco externo de su rodilla izquierda. Sin embargo, la eventualidad demostró que vivía una virtud intangible dentro de él, al margen de sus capacidades para jugar al básquet: una fortaleza mental desbordante, que fue su motor para llevar adelante el día a día de una larga y lenta recuperación.

El 1 de julio de 2017, exactamente un año y un mes después de su lesión, se produjo el tan ansiado regreso a las canchas para disputar un partido por los puntos. Fue ni más ni menos que en el marco del Mundial U19 de Egipto, en donde Argentina perdió 62-53 ante Francia en su debut y Santi se lució con un doble doble en: 18 puntos y 10 rebotes, a los cuales les agregó 4 asistencias. Sus números iniciales se fueron consolidando con el transcurrir de los partidos, demostrando que él y su cuerpo estaban a la altura de la situación, y con creces. Pero, en una charla con Básquet Plus,nos contó la estadística que más le llenó el alma fue el haber disputado los siete partidos del Mundial, con un promedio de 21.7 minutos dentro de la cancha. 

- ¿Qué significado tuvo para vos el Mundial U19?

. Me dio mucha felicidad, primero por el hecho de volver a jugar, que era mi principal objetivo tras haberme operado. Después de una lesión así y de la gran cantidad de tiempo que estuve sin poder entrar a una cancha, haber podido regresar en el marco de un Mundial, con el nivel que representa, me puso muy feliz.

- No solamente volviste a jugar, sino que lo hiciste con un rendimiento altísimo, ¿te lo esperabas?

. Sí. Igualmente no realice el mismo rol que había cumplido en años anteriores con el equipo, como consecuencia de que hacía mucho tiempo que no jugaba. Por ahí lo que no esperaba era disputar todos los partidos porque venía de un año de inactividad, pero eso se fue dando porque en esta clase de competencias se juegan partidos todos los días, y al máximo. Me fui sintiendo bien y pudo jugar todos los partidos, que también es un objetivo personal: ser consistente.

- ¿Con ese mismo objetivo arrancás esta pretemporada en Bahía Basket?

. Sí, tal cual. La meta es ser consistente, que la rodilla ya no sea un impedimento y pueda olvidarme. Es decir, poder ponerme a jugar como si no me hubiera pasado nada. Es algo que ya estoy haciendo y me siento muy bien. Desde el primer momento en el que me lesioné sabía que al volver me iba a olvidar de la lesión, que iba a poder jugar normalmente, como uno más. 

- ¿Qué aprendizaje te dejó la lesión?

. De la lesión aprendí muchísimo, me hizo cambiar un poco la cabeza y me ayudó a ser más fuerte en el aspecto mental.

- Estuve hablando con Sepo y me contó que tu rol va a ser el de sexto hombre, para que aportes energía desde el banco. ¿Te gusta esa propuesta?

. Sí, me gusta. Voy a venir de atrás para tratar de cumplir la función de cambiar la intensidad, entrar a defender, correr y hacer correr al equipo. Estoy muy tranquilo con ese rol.

- ¿Qué me podés decir del equipo para la próxima temporada?

. Vamos a ser un equipo muy largo, teniendo en cuenta la llegada de los dos jugadores uruguayos (Luciano Parodi y Gonzalo Iglesias) y el brasileño (Daniel Bordignon). Vamos a tener mucha rotación y al ser un equipo muy joven eso desemboca en una intensidad muy fuerte. La salida de Lucio no nos va a afectar tanto, es más, creo que vamos a ser un equipo igual o mejor.

- ¿Por qué hacés ese análisis?

. Porque Máximo Fjellerup va a dar un paso adelante, mientras que Parodi e Iglesias nos van a dar una mano tremenda. Además, todos los que estamos en el banco podemos aportar un poquito de intensidad para ser un equipo mejor.

- Ahora quizás se da la situación inversa con Juan Pablo, tu hermano, que está atravesando un proceso de recuperación para volver a jugar, ¿cómo se vive este momento?

. Por ahí Juampi nunca puede agarrar ritmo, lamentablemente siempre le pasa algo. Ojalá sea esta la última y pueda llevar a cabo una buena temporada. Con mi hermano nos vamos ayudando mutuamente, para darte un ejemplo él me pide los ejercicios que yo hacía cuando me estaba recuperando de la rodilla. Siempre nos estamos ayudando para que cada uno esté mejor, es lo más importante.

Juan Martín Orellano / [email protected]

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