Súper 8

Santander: "Hay que festejar; merecíamos un título así"

11:55 21/12/2014 | Luego de obtener el Súper 8 ante Obras, Silvio Santander habló con Básquet Plus sobre la consagración y su gran presente como entrenador.

Santander, en su mejor momento como entrenador. (foto: Diario Liberal)

¿Hasta qué momento te das el lujo de relajar, tras el título?

Tenemos que festejar. Pienso que fuimos justos ganadores del partido y del torneo. Por toda la primera fase que hicimos nos merecíamos un título así, que no se si le vamos a dar el mérito que se merece porque como jugamos de locales parece que no es tan importante. Pero también fue difícil para nosotros. Venimos con mucha tensión, desde los clásicos, el cruce con Peñarol, ahora la final que tenemos el 27 con Atenas... no estaba todo tan fácil. Lo vamos a festejar.

¿Encontraste el límite entre la exigencia y el disfrute?

Si, eso me lo enseñaron algunos jugadores. Empecé a revisar durante un receso pasado, no este sino el anterior, y a anotarme anécdotas de jugadores. Yo soy un privilegiado. Creo que soy un entrenador promedio que ha dirigido a jugadores de primer nivel como Montecchia, Victoriano, Kammerichs, Gabriel Fernández, Javier Martínez, Bocchia, Battle, García... voy a ser injusto con varios. Empecé a anotar esas cosas y una de las que tengo que hacer es disfrutar. A veces no puedo con mi genio, pero debo disfrutar.

Algunos de tus jugadores en el pasado decían que llegaban a jugar muy bien gracias a esa exigencia, pero que cuando te pasás de rosca, los vuelve para atrás.

Si, es lo que intento evolucionar como técnico en los últimos años. Puse mucho foco cuando arranqué en la filosofía de juego, porque no quería fallarle a los jugadores con respecto al conocimiento. Lo hice para poder instalarme en este medio, porque vengo de un lugar muy difícil como Capital Federal que tiene 300 entrenadores de primer nivel, y tampoco fui buen jugador ni tuve un padrino. En los últimos tres o cuatro años empecé a poner el foco en otras áreas que me dan otras matices como DT. Igualmente, sigo pensando que tengo mucho por progresar e intento hacerlo.

Magnano también tuvo un proceso parecido...

Si, es un espejo muy grande Rubén. Cuando empecé como técnico me rompió la cabeza la Selección que jugó en Neuquén y que después fue a Indianapolis. Creo que todos los que entramos en ese momento teníamos un espejo muy potente. Para mi Rubén, como dicen los americanos, es grandes ligas. Julio y Sergio también. Son los tres técnicos de primer nivel mundial. Intenté hacer muchas de las cosas que él hace y lo seguí como ejemplo.

¿Siempre se puede imponer ese estilo, o depende mucho del jugador?

No, eso es una de las cosas que noté. Este año y el anterior con algunos chicos en Obras, o en Lanús con Laprovíttola, estoy dando más soga, más libertad para atacar. Pusimos una regla de ocho segundos que me parece que nos ayudó.

¿Cómo es esa regla?

Divido la ofensiva en tres bloques. En el primero, de ocho segundos, le doy luz verde a los jugadores para que corran, busquen los picks en transición. En el segundo bloque, que va de los segundos 9 a 16 de la posesión, se busca la elaboración, trabajando las diferentes opciones de los sistemas. En los últimos ocho segundos se intenta resolver y direccionar cada uno de esos sistemas. Eso también lo tuve en años anteriores pero quizás los jugadores no lo interpretaron como debía ser. Estos lo interpretaron y los felicito porque lo hacen muy bien.

¿Tenés la teoría de cómo conseguir la química?

No, todavía no. La estoy buscando. Es parte de lo que estoy buscando. Me parece clave el armado del equipo. Poner las bases en los primeros días. Me parece que lo que no se hace en un principio, no se hace más. Por eso me enojé mucho conmigo mismo con la última temporada en Regatas, porque llegué 45 días tarde por estar con la Selección de México. Y eso no me lo perdono porque era bueno para mi carrera pero no para el club. Y si te ponés a ver esa fue la temporada que me faltó de las últimas. En las otras medianamente llevé al equipo donde quería, pero en esa no pude. Hay que estar y lo que no se hace en un principio después cuesta mucho más.

¿Estás preparado para el bajón inevitable que van a tener?

Si, lo vamos a tener. Pero ahora tenemos una final con Atenas. Es lo que voy a decir en el vestuario y de hecho vamos a entrenar el 24, el 25, todos los días, porque le quiero ganar a Atenas.

¿Te importa mucho el récord de triunfos seguidos?

Cuando termine todo esto te puedo decir algo más de lo que fuimos hablando al respecto. Ahora hicimos un pacto entre todos de mirar el partido siguiente y respetamos mucho a Atenas, porque tiene jugadores muy buenos.

 
Por Fabián García (enviado a Santiago del Estero)
@basquetplus
 

Compartir