Recomendaciones de expertos de Legalbet para casinos online
NBA

Sacrificio y disciplina: los días detrás del saltarín Ja Morant

10:05 11/03/2025 | La estrella de los Grizzlies es mundialmente reconocida por sus acrobáticas jugadas con vuelos imposibles ante los aros, pero antes de eso pasó por rutinas infernales.

Ja Morant y sus impresionantes rutinas para el éxito (Getty)

Ja Morant es sinónimo de espectáculo en la NBA. Su capacidad para elevarse por encima de rivales mucho más corpulentos ha convertido sus intentos de volcada en un fenómeno viral. Incluso cuando falla, como ocurrió en la reciente victoria de Memphis ante New Orleans (107-104), sus jugadas desafían la lógica. En ese partido, Morant terminó con 32 puntos y estuvo a centímetros de concretar la que podría haber sido la volcada del año, cuando un intento desde lo profundo de la llave terminó rebotando en el aro. No es la primera vez que sucede: su historial de volcadas fallidas es tan impresionante que ha generado recopilaciones enteras en video.

Pero detrás de cada salto imposible hay años de sacrificio. Morant, quien apenas medía 1,80 metros en su etapa de junior, entrenó bajo la estricta supervisión de su padre, Tee Morant. "Estaba preocupado por su atletismo porque no volcaba", confesó Tee en una entrevista con ESPN. La solución fue un método inusual: hacer que su hijo saltara entre 800 y 900 veces por día sobre un neumático de tractor. "Después de eso, su salto se volvió una locura", agregó. Ese entrenamiento extremo rindió frutos: en el Draft de 2019, Morant llegó con una vertical en estático de 44 pulgadas (1,12 metros), lo que le permitió aterrizar en la NBA como uno de los jugadores más espectaculares de su generación.

Su osadía ha dejado huella en la liga. En diciembre de 2019, en su temporada de novato, intentó volcarle el balón en la cara a Kevin Love, quien luego bromeó que Morant casi "acabó con su carrera profesional". En 2025, logró concretar una volcada ante Victor Wembanyama, pero la jugada fue invalidada por un silbato previo. Morant no juega con miedo: en una liga obsesionada con la eficiencia y la conservación del físico, él arriesga su cuerpo en cada jugada, sin importar el tamaño de su oponente.

El ascenso de Morant no solo es una historia de talento, sino de una disciplina inquebrantable. Lo que comenzó en el patio de su casa bajo la mirada exigente de su padre se transformó en una ética de trabajo que lo distingue del resto. Cada intento fallido es una prueba de su determinación por desafiar los límites del juego, una mentalidad que lo ha convertido en una de las figuras más electrizantes de la NBA.

Compartir

 



Recomendaciones de expertos de Legalbet para casinos online