Las Gigantes llegaban al debut de la Americup solamente con un único antecedente ante Islas Vírgenes: hace dos años y en el anterior FIBA Américas. Había sido victoria cómoda, y aunque eso no sea una referencia absoluta para tomar la realidad es que se sabía que el rival era un poco más inferior. Argentina tenía que confirmarlo y lo hizo, con un triunfo muy cómodo por 80-48 para arrancar la Americup Femenina con el pie derecho.
Melisa Gretter fue el motor que revolucionó al seleccionado de Cristian Santander. La base santafesina fue la figura con 14 puntos, aunque también hay que destacar otras labores como las de Sofía Aispurúa (10 tantos y 5 rebotes), Andrea Boquete (goleadora con 17) o Macarena Durso (14 unidades). Las Gigantes dominaron con claridad a un rival que quedó aturdido y sin argumentos demasiado pronto, todo gracias al convincente y sólido rendimiento de las argentinas.
La lucha en el rebote ante un equipo muy duro parecía ser un problema a solucionar clave para el juego interior de Argentina. Las segundas chances y el roce dentro le dieron algo de aire a Islas Vírgenes independientemente del trabajo del tándem Santana-Aispurúa, por eso el arranque fue parejo. De todas formas, cuando Gretter se enchufó ensayó dos jugadones individuales para empezar a marcar un camino, tramo que prosiguió con dos triplazos de Aispurúa para dejar a las Gigantes 18-10 arriba a poco de terminar el primer cuarto. El episodio se cerró 18-12.
Santander empezó a rotar mucho más el banco en el segundo periodo. Le dio minutos a Fiorotto, Durso, Armesto y Pérez, y la sintonía no cambió en absoluto. El rival cayó en un pozo bastante pronunciado, cometió muchas pérdidas (13) y se fue apagando. Si bien mejoró un poquito en el tramo final donde encontró dos ofensivas fluidas de forma consecutiva por primera vez, nada varió el dominio de Argentina. Las Gigantes llegaron a sacar +13 (30-17), y aunque bajaron un poco el ritmo en el final igual se fueron al descanso largo por una buena ventaja de 32-21.
El tercer cuarto sirvió para seguir moviendo el banco y estirar ventajas. La realidad es que Argentina fue un vendaval de puntos, anotando unos abrumadores 34 puntos en todo ese capítulo y luciéndose en todos los sectores. Los buenos chispazos de Durso cuando reemplazó a Gretter (a descansar) o los pasajes muy fluidos de Boquete fueron algunos de los puntos altos del seleccionado en dicho tramo. Islas Vírgenes siguió demasiado perdida (anotó apenas 7 puntos y abolló el aro), por lo que Argentina aprovechó todo a su favor para entrar 66-28 arriba al último cuarto.
Nada cambió la historia de un partido donde Argentina siguió dominando y donde todo estaba definido. Solamente restaba saber el resultado final, pero de todas formas Santander siguió ensayando alternativas, dándole buenos minutos a varias pibas y haciendo descansar a otras independiente de que mañana el seleccionado tendrá jornada libre. Terminó incluso con un par de lungas como Marchizotti y Aispurúa/Fiorotto, más Armesto con Rosset y Durso. Al final fue 80-48, en un debut prometedor y redondo para las Gigantes.