Con dos de dos sale el Real Madrid de una nueva doble jornada de la Euroliga. El martes noqueó al Khimki y esta noche le tocó derrotar al CSKA de Moscú, en un tremendo partido como los que siempre juegan los dos equipos más laureados del Viejo Continente. Hubo que luchar los cuarenta minutos para sumar la séptima victoria de la temporada en Europa, quinta consecutiva en un WiZink Center que solamente ha visto ganar a los blancos. Momentos de Llull, de Rudy, de Causeur y de un gran Campazzo (18 puntos y 24 de valoración) pero, sobre todo, de un imperial Deck que acabó el choque con 17 puntos, 11 rebotes y 6 asistencias para irse a 33 de valoración y firmar su mejor actuación con la camiseta madridista en cualquier competición.
El Real Madrid comenzó golpeando fuerte. Inauguró Campazzo el marcador, Tavares impuso su ley en forma de tapón, Deck apareció para sumar dos puntos, Randolph encestó desde el 6,75 y el alero argentino puso un 9-0 que llevaba el delirio a un abarrotado WiZink Center. Itoudis paró el partido y abroncó a los suyos. Hizo efecto y el CSKA, principalmente con Hines, empezó a meterse en el partido, tanto como para igualar el choque (11-11). Los blancos volvieron a la carga y al dúo argentino se le unieron Llull y Carroll para cerrar los primeros diez minutos con ventaja local (23-19).
Festival ofensivo
Del banquillo ruso salió un Voigtmann que iba a liderar a los suyos en el segundo acto (17 puntos, 3 triples). Cinco puntos seguidos del alemán y un triple de James pusieron al CSKA por delante por primera vez en el choque. El Real Madrid no cerraba el rebote defensivo y los rusos castigaban en cada ataque. Un triple de Rudy (el primero de los tres sin fallo) igualó un partido (31-31) que entró en una espiral de intercambio de canastas donde las defensas apenas existían y donde Llull anotó cinco puntos consecutivos. Con ventaja moscovita, volvió a funcionar la conexión de Campazzo y, un muy activo, Deck (11 puntos, 10 rebotes) para que los blancos se pusiesen con una mínima ventaja que un triple de Randolph dejaría en cuatro (52-48).
Salió desatado el Real Madrid de vestuarios y lo sufrió el CSKA en forma de 9-0 de parcial para un +13 del equipo de Laso (61-48). Los rusos no sólo se veían incapaces de frenar el aluvión blanco, sino que no veían el aro en ataque (casi cinco minutos sin anotar). Deck seguía a lo suyo (anotar y rebotear) y a él se le unía un tremendo Causeur que contaba sus carreras por canastas para 9 puntos. Los locales tuvieron la máxima del partido hasta el momento (+14) pero los de Itoudis aguantaron el arreón blanco para entrar en la recta final con opciones (75-64).
Sin concesiones
Los moscovitas se metieron de lleno en el choque, a pesar de los puntos de Llull y Rudy, con un James que apenas había aparecido en el terreno anotador y que puso a los visitantes a seis de desventaja (81-75). Quedaban cinco minutos y había partido. Campazzo y Rudy lo volvieron a llevar a la barrera de los diez de diferencia (85-75) a la vez que el tiempo iba pasando. Conectó Deck con Thompkins para que el americano, que hoy cumplía 200 apariciones con la camiseta del Real Madrid, machacase y firmase un 2+1 que ponía color blanco al partido. Una técnica a Itoudis y otra a Hines acabaron por sentenciar un duelo que los de Laso dominaron durante gran parte de los cuarenta minutos y que terminaron con la mayor diferencia del encuentro (97-81).