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La gran duda pasaba por el rendimiento de Quimsa, es decir como podría afectarle jugar sin su base natural. De cualquier manera, los de Santander prácticamente no lo sintieron, aún cuando el técnico tuvo que mandar a Aguirre al campo sobre el final del primer cuarto.

En el comienzo se planteo un juego con defensas intensas y dos equipos que intentaron imponer su ritmo. Las primeras diferencias fueron para Quimsa (4-7 y 6-9), moviendo el balón y anotando en todos los sectores, mientras Obras dependió en demasía de lo que podía generar o mejor dicho sumar Fitipaldo.

Con un leve predominio en la pintura, Quimsa se encargó de complicar el juego interno de su rival, pero se cargó rápidamente de infracciones. Ante la salida de Robert Battle (después que cometió su segunda falta), Obras lo emparejó con más presión en su campo, y con mucha movilidad en ataque. Santander tuvo que mover el banco, pero no encontró respuestas inmediatas, su equipo cayó en un bache pronunciado, y a pesar de encontrar tiros abiertos careció de efectividad.

Con un sólido trabajo de Fitipaldo, sumado al aporte de Delía y Aguiar, el tachero pasó al frente por cuatro (17-13), pero no lo pudo sostener, en el último minuto los santiagueños encontraron los puntos para terminar dos abajo el cuarto inicial: 19-17.

Con el ingreso de Aguirre, la fusión cambió los ritmos, y con Tintorelli en cancha emparejó la lucha bajo los acrílicos. Obras perdió orden, le cortaron línea de pase (11 pérdidas en la primera mitad), y eso fue determinante. Quimsa, que jugó mejor cada vez que pudo correr, estableció un parcial de 10-0 para tomar la primera ventaja importante en el partido (27-37) a falta de dos minutos y medio.

En ese lapso fueron claves Vega y Tintorelli, sobre todo para bloquear los rebotes ofensivos de su rival. En ataque fue importante la efectividad de Lucas Pérez (tres triples). Con el último anotado, la visita amplió el parcial a un 13-0 que fue cortado por Fitipaldo desde la línea.

Obras siguió trabado en ataque, jugando incómodo, frustrado y fallando casi todo lo que tiró. Quimsa mejor parado atrás, lo siguió lastimando de contra o con su implacable efectividad en el perímetro (cuatro triples de Pérez y uno de Vega) para sacarle dieciséis puntos de ventaja al cabo de la primera mitad: 30-46.

Con un parcial de 7-0 en el comienzo del tercer cuarto, el visitante madrugó al dueño de casa. Apareció García y se sumó Deck en ataque, mientras Obras buscó acortar las diferencias abusando del lanzamiento externo (0/3 triples en poco más de un minuto).

La brecha llegó a ser de veinticuatro (32-56), con un equipo que llevó el partido al ritmo que más le convenía. Lamas utilizó todo tipo de recursos, cambió la defensa, pasó de individual a zona y viceversa, buscando siempre la manera de contrarrestar a su rival.

La táctica dio resultados momentáneos, el local logró frenarle el goleo a su oponente y así redujo la brecha a dieciséis. Sin embargo fue efímero, cuando Quimsa se tranquilizó, ajustó las marcas, movió la pelota y encontró el gol en tiros abiertos, volvió a imponer condiciones para cerrar el cuarto veinte puntos arriba: 50-70.

En los últimos diez minutos, el conjunto santiagueño intentó cuidar y administrar la ventaja teniendo al reloj como aliado. El partido cayó en un pozo, con errores por parte de los dos. Muy despacio, con mucha actitud y casi en silencio, Obras se fue acercado teniendo a Clemente como estandarte y la mejor opción en el ataque estacionado.

Quimsa se relajó, falló tiros cómodos, y de pronto se dio cuenta que el partido no estaba asegurado. Con dos libres de Clemente, el local se puso a once (64-75) con cuatro minutos por jugar.

Fue cuestión de que la visita lo entendiese, y algo que finalmente sucedió, en cuestión de segundos y sin necesidad de que Santander pida un minuto. La fusión se paró mejor, no dejó tantos espacios, y con mucha inteligencia para mover el balón, encontró tiros cómodos para lastimar a su rival. Obras se la jugó de tres en dos ataques seguidos, y en ambas contras, Quimsa se volvió a escapar utilizando el mismo recurso.

Triunfo categórico del mejor equipo de la Liga en uno de los escenarios más complicados. Quimsa lo trabajó con variantes, mucha defensa y un banco que le dio resultados, y con esos argumentos se permitió festajar mucho antes del final, o más bien llegar al mismo sin apremios. La diferencia la hizo en el segundo cuarto, después fue cuestión de saber administrarla.

Roberto Martín
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