New York le ganó un duro partido ayer a Atlanta Hawks. Fue por 104-94 y en el duelo que abrió la jornada de domingo en la NBA. Sin embargo, a pesar del regreso a la victoria de los Knicks en el Madison, el juego dejó una exquisita anécdota que giró en torno al debut de Marshall Plumlee.
El menor de los hermanos Plumlee (familia deportista y muy ligada al básquet, con Mason está en Portland, Miles en Milwaukee y Maddie siendo jugadora de voley en la Universidad de Notre Dame) todavía dormía cuando recibió la llamada de New York cerca de las 10 de la mañana del domingo. Faltaban apenas unas horas para que los Knicks jueguen contra Atlanta, sin embargo la franquicia lo necesitaba urgentemente.
Todo se dio por la lesión de Joakim Noah, confirmada por los médicos poco antes del arranque del partido ante los Hawks. Sin Noah, New York necesitó de un plan de emergencia y por eso decidió recurrir a Marshall Plumlee, que venía jugando con el equipo de la D-League.
Solo dos horas de diferencia lo separaban a Marshall del partido (se jugó a las 12 del mediodía), por lo que el pibe tuvo que salir urgente al Madison. Ahí comenzó su inolvidable odisea, tomándose un tren desde las afueras de New York para llegar al estadio. El viaje feroz de Manhattan al Madison fue anecdótico.
"Estaba dormido todavía (cuando lo llamaron de Knicks). Y, por lo que me dijo el GPS, el tren era lo más rápido para llegar. Tomé el expreso, vivo justo al lado de la estación de tren. Entonces cogí un taxi que ya lo estaba reservando", dijo Plumlee en declaraciones recogidas por el Daily News de New York.
El conductor del taxi, en el medio del caos de la parte céntrica y atascado por el tráfico, recibió una especie de soborno por parte de Marshall para que empiece a pasar semáforos en rojo. "Fueron 60 dólares aproximadamente", dijo el interno. No obstante, al seguir atorado por el tráfico, el pibe decidió desistir del taxi y optó por salir del vehículo para irse corriendo al Madison.
"Tuve que salir corriendo por toda la ciudad, llegué y me dijeron 'Hey, ¿necesitas un calentamiento?', y les dije, 'No, ya entré en calor, porque corrí hasta aquí".
Incluso Marshall llegó con el partido ya comenzado, debutó en el segundo cuarto y contabilizó 1 rebote en 5 minutos. Lo mejor pasó por Willy Hernangomez, que no solo tuvo que cargar con más responsabilidades por la falta de Noah sino que también tuvo menor recambio mientras Plumlee se retrasaba en su alocada aventura por llegar a la cancha.
Marshall, un pivote de 24 años, no fue elegido en el último draft pero buscó su chance en los Knicks participando dentro de las Summer League. Eso le permitió firmar un contrato con los neoyorkinos, aunque el equipo lo mandó a la D-League para jugar con su equipo filial: Westchester Knicks.
De hecho el joven jugador jugó el día anterior, el sábado, en la liga de desarrollo y lo mismo iba a ocurrir ese domingo. Pero fue entonces que lo llamaron los Knicks para el primer equipo.
"Estuve en el gimnasio con mi hermano y el entrenador de tiro hasta cerca de la medianoche (el sábado), luego me fui a la cama pensando que jugaría a las 5 de la tarde del domingo. Pero entonces esta situación hizo que deba jugar a las 12 en punto. No sólo eso, sino que estoy a una hora de distancia en la ciudad. Fue una locura, podría escribir un libro sobre esto", sentenció Plumlee sobre su particular anécdota.