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La historia de Paula Reggiardo es conocida por este medio, pero en las últimas horas su nombre y una foto en particular se han viralizado a un punto increíble. La alero de la Selección Argentina tomó una tremenda repercusión en los distintos medios de comunicación debido a una fotografía que le tomaron tomándose el colectivo de la línea 161, momentos después de regresar con el resto de la delegación nacional tras su participación en los Juegos Panamericanos y con el fin de acercarse unas cuadras de su casa.

La imagen de Paula y sus dos bolsos llenos de experiencia, en otro torneo más con Toronto 2015, es algo que se suele ver a menudo y es una realidad que se vive a menudo. Posiblemente el largo pie de foto que acompañó la imagen de Reggiardo (tomada por Santiago J. López Blasco) fue lo que más llamó la atención a varios, analizando un poco lo que es el día a día de atletas como Paula pero marcando algo que es sabido.

Trabajar, estudiar, sostener una familia, entrenar, jugar partidos y viajar (con las autorizaciones y permisos que suelen conllevar esas travesías), son realidades que deben atravesar no solo todas las chicas del básquet femenino sino también varios deportistas que representan a nuestro país en múltiples torneos. No es nada nuevo pero detrás de cada persona como Paula hay sacrificio y mucha humildad, cosas que a veces de forma injusta para muchos queda sujeta únicamente a los logros deportivos.

Argentina no logró una medalla en los recientes Panamericanos (finalizó en el 5° puesto) pero a través de esta casual foto de Reggiardo hubo cierto reconocimiento por parte de la sociedad para con esa entrega que estas pibas tienen a diario. Un simple hecho que tuvo una llegada impensada para todos.

Con la revolución que se generó en los medios no especializados al básquet (Paula dio notas en varios noticieros y programas de televisión, radio y demás), al menos la disciplina de las chicas tuvo un pequeño lugar más para reclamar esa difusión más generalizada que tanto les hace falta y ese podría ser el efecto positivo que tenga aquella foto.

Surgida en Obras Sanitarias pero con una muy amplia y recordada trayectoria en Vélez Sarsfield antes de emigrar al exterior (estuvo cinco años en España pasando Space Tanit de Ibiza, el Lima Horta de Catalunya y Ensino de Lugo), Paula regresó a nuestro país hace unos meses para jugar la SuperLiga con el renaciente Obras y ahora trabajará como entrenadora en las formativas femeninas del club capitalino (es profesora de educación física).

Las redes sociales y la cantidad de personas que moviliza muestra un poco de esta repercusión que viene teniendo Paula. La jugadora tiene desde hace tiempo una fan page en Facebook, y el ejemplo de su historia se ve reflejado en cómo aumentó su cantidad de seguidores (de casi 4.000 pasó a tener más de 22.000 "Me gusta" en solo unas horas), y otra muestra ha sido su tendencia en las búsquedas de Google (en el 5° lugar de lo más consultado en Argentina).

Infraestructura, mayor apoyo, formas para mejorar la calidad del deporte y el género, Reggiardo refleja esa necesidad que tantos deportistas argentinos tienen para competir a niveles de elite. Desde algunos sectores puede sorprender pero es la conocida realidad de muchos atletas. Pasa con las muchas disciplinas amateurs (como el femenino) y semiprofesionales, con chicos y chicas que representan los colores argentinos superando algunas de estas barreras.