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Obras 73 - Boca 64

Con el regreso de Eric Flor al plantel de Boca Juniors como novedad central (fue su debut en la temporada tras los problemas cardíacos que le descubrieron el año pasado) y la ausencia de Allan Ray por una molestia (¿será posible que algún día los clubes se acostumbren a informar estos temas sin esconder información?), Obras-Boca significo, por su hora de inicio, el retorno de la Liga desde el 18 de febrero pasado.

Y se notó la falta de ritmo, sobre todo en Boca, que tiró con bajísimos porcentajes de cancha en la primera mitad (25%) y que, de no ser por el buen ingreso de Rivero (no salió como inicial), hubiera tenido problemas mayores aun en ofensiva. Obras, como siempre, fue agresivo en defensa, intenso, pudo correr y dominó a voluntad los rebotes, pese a la ausencia del cortado Rhett. Su déficit estuvo en las pérdidas, pero Boca nunca pudo aprevechar ese punto para recortar la diferencia. Llegó a sacar 18 de luz, apenas iniciado el tercer cuarto (41-23). 

En la segunda mitad Boca mejoró notablemente su defensa, bastante la puntería y, pese a ampliarse todavía más la diferencia rebotera en contra (21-43), cerró el tercer cuarto a 2 con un bombazo de Galindo. Obras se enredó muchísimo con el balón, perdió demasiadas pelotas (20 hasta ahí), y no encontró ataques claros. 

En el arranque del último período Obras se propuso volver a las fuentes. Cuidó el balón mejor con Barral y buscó sobre todo en la pintura a Anderson, que hizo estragos. El pivote local fue el mejor jugador de la cancha, con diferencia, y en ese ratito clavó 9 puntos para volver a separar la ventaja a 10 (68-58), con 4 minutos por jugarse. 

La cantidad de errores que ambos tuvieron en esos cuatro minutos favoreció a Obras, que mantuvo la ventaja casi idéntica, ya que el tanteador apenas se movió en dos puntos (0-2), en los siguientes tres minutos. Lo terminó ganando sin sufrir 73-64, con Anderson en números monstruosos: 19 puntos y 23 rebotes.