Era una prueba interesante para New York no contar con Carmelo Anthony en sus filas para enfrentar a Chicago, como así también una ocasión propicia para buscar el triunfo en un escenario donde los Bulls se venían mostrado muy irregulares desde el inicio de la temporada.
La ausencia de Melo por sus problemas de rodillas, se compensaba en el banco contrario, porque Chicago tampoco podía contar con Derrik Rose y Taj Gibson, dos bajas significativas para las huestes de Tom Thibodeau.
Dentro de ese panorama, salió un partido parejo, equilibrado, con dos equipos que repartieron aciertos y virtudes, y que llegaron en igualdad de condiciones al final, donde el triunfo estuvo al alcance de la mano para ambos. Y allí pudo más la efectividad del dueño de casa, que además de contar con un Jimmy Butler intratable (35 puntos), tuvo en Aaron Brooks (18) una productiva compañía.
Chicago sacó una diferencia de diez al cabo del cuarto inicial (30-20), y se fue al descanso largo ganando por siete (52-45). El líder de la División Central se apoyó en Gasol y Butler como primeras opciones, pero cuando tuvo dificultades para hacer juego interior, encontró los aciertos de Dunleavy y Brooks en el perímetro.
Con el correr de los minutos, el local encontró variantes que hicieron más simple su ofensiva. Se sumaron Hinrich y Mirotic para tirar del carro, y así pudo mantener una diferencia que osciló entre los ocho y diez puntos.
Lo mejor de los Knicks se produjo en la segunda mitad. En el tercer segmento, con la conducción de Calderón y el goleo de Hardaway, quien había producido muy poco al principio, fueron recortando la diferencia. Cuando restaba 1m10s, New York tomó la delantera por medio de dos libres de Smith: 73-74.
En el último fueron palo a palo hasta el cierre. Mirotic recuperó la ventaja, pero Pablo Prigioni respondió casi de manera inmediata con una canasta de tres (75-77). Sin embargo, Fischer consideró que debía hacer cambios, y mandó al argentino al banco. La decisión no fue la mejor, Chicago se escapó a ocho (90-82) y tomó un poco de aire.
Creció Stoudemire, en tanto Hardaway siguió quemando las redes para quedar a uno en dos momentos claves (90-89 y 98-97). Allí emergieron Gasol, Brooks y Butler, quienes se beneficiaron de los espacios que regaló la defensa de New York, para sumar con tiros abiertos.
Los Knicks no bajaron los brazos, sobre todo cuando Stoudemire y Aldrich eran habilitados cerca del canasto, donde ambos impusieron su ley, y en los aciertos de Hardaway, pero esas libertades que dieron en la primera línea, les terminó costando la derrota.
Pablo Prigioni finalizó el juego con 5 puntos (1/3 dobles y 1/1 triples), 2 rebotes, 1 recupero, 1 pérdida y 1 falta cometida.
Roberto Martín
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