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La Unión de Formosa parece haber encontrado un poco de tranquilidad en la Liga. En una temporada que lo viene teniendo con performances irregulares, el equipo de Guillermo Narvarte halló una bocanada de oxígeno durante los últimos días al hilvanar una productiva y alentadora racha de tres triunfos en fila. Sionista, Estudiantes y Atenas fueron sus víctimas.

El equipo formoseño se estabiliza de a poco, su mentalidad ha cambiado con respecto a sus semanas turbulentas y hoy goza de un buen presente. Ese cambio de cara, impulsado por el crecimiento individual de varios de sus jugadores y la llegada de nuevos extranjeros, terminó gestando un cambio de chip sobre el cual el entrenador Guillermo Narvarte habló con Básquet Plus.

- No sé si le vas encontrando la mano al equipo pero al menos esta buena serie de resultados son una enorme bocanada de oxígeno para un equipo que venía necesitando regularidad.

. Sí, creo que la decisión del recambio fue buena. Por ahí en ese aspecto nos demoramos un poco pero eso fue porque las opciones que había no nos convencía. Si dio el fichaje de Shaun Green y lo de Torin, con Torin haciendo algo muy bueno anoche. De todas formas creo que el equipo hizo un clic importante con las salidas de Osby y Whiters más la llegada de Green. Lógicamente que anoche Torin hizo un gran trabajo, se insertó a un grupo que ha cambiado y consiguió estabilidad mental, y se ganó el respeto del equipo en estos pocos días de trabajo. Torin viajó desde Montevideo, llegó a Formosa por la tarde, se hizo la revisión y ese mismo día ya pidió entrenar. En síntesis: mostró ganas y eso generó buenas cosas en el grupo, porque lo primero que pide este equipo cuando viene alguien nuevo es que tenga esas ganas de jugar. Ayer se le dieron las cosas, jugó bien y nos ayudó mucho en un partido que lo ganamos bien.

- ¿Esto que mostró Torin anoche es algo que puede llegar a ser constante o es algo más casual?

. Sí, puede darnos mucho. Torin es un jugador con un importante recorrido en Europa con muy buen nivel, y el tiempo que estuvo en Uruguay le permitió llegar acá con otro perfil. No es que haya llegado crudo.

- ¿Cómo ves hoy al equipo?

. Todavía se tienen que mejorar cosas, obvio. Veníamos de muchas derrotas en cadena y nos estaba pasando algo raro, porque veníamos ganando algunos juegos cerrados de visitante pero no podíamos ganar de local, siempre nos pasaba algo. Por ejemplo cuando le ganamos bien a Quimsa, para después de 48 horas jugar un muy mal partido (NdR: derrota contra Instituto). Algo nos faltaba, algo nos pasaba, me parece que era un exceso de responsabilidad. A veces pasaban cosas difíciles de explicar, cosas más de lo mental. Desde el inicio de la temporada el equipo se sostuvo con los nacionales y siempre se esperó algo más ya sea de Osby o Curtis. Había partidos donde el equipo jugaba bien y se creía que finalmente arrancábamos, pero a los dos días faltaba esa consistencia, estábamos muy irregulares. Con los extranjeros no sé si estaban incómodos o no se encontraban ellos mismos, o directamente no eran los jugadores que necesitábamos nosotros. Estos dos muchachos, tanto Green como Torin, se acoplaron rápidamente, el grupo les abrió la puerta muy rápido.

- De todas formas da la impresión de que todo el equipo creció en conjunto y que los extranjeros se metieron en esa sintonía.

. No tengas dudas, el cambio de cara lo dieron los nacionales. Después del golpe que sufrimos en Sunchales hubo una charla importante, y a partir de ahí con el viaje a Paraná y el corte de Curtis se generó una especie de renovación dentro del equipo.

- Con cambios desde lo mental y estructural, está claro que están atravesando días más tranquilos.

. Sí. Cuando se gana siempre uno se ve más lindo y cuando pierde se ve un poco más feo. Hoy nosotros nos vemos más lindos por estos últimos tres partidos. De todas formas, lo más importante de esta última semana es que el equipo recuperó el espíritu de lucha. Es importante no volver a mostrar esa cara de antes, donde nos sacaban 10 puntos y parece que el mundo se nos venía abajo. El clic importante lo dieron los chicos, los nacionales, y uno lo ve porque el equipo sabe lo que tiene que hacer en cada momento dentro de la cancha.

- ¿Qué se habló en esa charla post Sunchales?

. No sé si fue tocar fondo pero está claro que el momento que tuvimos en Sunchales nos marcó que estábamos mal, se nos exigía un cambio drástico inmediatamente. Era un cambio que no podíamos esperar que salga de los jugadores que se nos unieran, sino que tenía que venir de los que estaban. Había que tener el carácter y la determinación para intentarlo, y poco en el juego se dieron cuenta que se podía. Poco a poco llegamos a hacer cosas que en la pretemporada nos habían salido bien. Sucedía que en las prácticas lo hacíamos bien pero en la cancha no lo podíamos plasmar, cuando lo de los entrenamientos se pudo empezar a ver dentro de la cancha mejoramos y lógicamente también se elevaron niveles individuales.

- Es que una cosa termina siendo disparador de otra. Porque si el equipo seguía con esa sintonía cabizbaja parece difícil que solo con la llegada los extranjeros se solucionase algo.

. Ni hablar. Fue una sucesión de cosas, que comenzó con el clic que hicieron los nacionales y se empezó a potenciar con las llegadas de Green y recientemente la de Torin. No tengas dudas de que es así.

- Aunque hicieron el clic antes, ¿Vino justo o ayudó el hecho de coincidir esta levantada con enfrentarse a dos equipos caídos de personal como Estudiantes y Atenas?

. No, porque creo que el clic lo hacemos con Sionista y con lo bien que están ellos, que en ese momento tenían chances de meterse en el Súper 4, estaban completos y en cancha de ellos. La bisagra estuvo entre Libertad y Sionista, como decíamos, pero el equipo se fue superando mucho más con el correr de los demás partidos. Lo de Sunchales nos hizo llegar a ese lugar de que debíamos cambiar y el cambio general que propusimos ante Sionista nos salió mucho mejor de lo esperado. A Concordia llegamos con el ánimo muy alto, de que habíamos podido cambiar y que teníamos que repetirlo, eso nos potenció y el equipo siguió creciendo. Continuamos por ese camino y ya no fuimos el mismo equipo que perdió con Concordia acá. Anoche contra Atenas, a pesar de las ausencias y de que también viene de sufrir un par de golpes, seguimos confirmando esa levantada. Hicimos un buen trabajo defensivo, no tuvimos una lucidez tan grande en ofensiva pero me parece que fue bueno ganar atravesando esa situación de un final cerrado. Aparte veníamos con esa deuda de ganar en casa, y creo que nos sirvió.

- Siempre en esta etapa de la temporada se habla mucho de que cada equipo tiene que mirar mucho lo suyo sin mirar tanto a los rivales para no descuidar esa evolución propia que se busca. Imagino que en el caso de ustedes ese síntoma se acrecentó.

. Lo que pasa es que nosotros estábamos un poco carbonizados, por así decírtelo. Hoy te decía que nos demoramos un poco con los cambios de los extranjeros, porque percibíamos que debíamos hacerlos pero no teníamos el nombre del jugador y además nos había pasado lo de Lang. A lo mejor este clic lo hubiésemos hecho mucho antes, aunque tampoco es seguro. Antes de Sunchales estábamos con los otros dos extranjeros y Frazier desgarrado, y eso provocaba que el equipo esté bajoneado y golpeado. Por eso el juego en Sunchales fue una realidad en números del momento que teníamos, una conclusión que entrenando la podíamos presentir pero no ver plasmada en cancha. Libertad nos dio ese golpe de realidad y desde ahí empezamos a creer que se podía cambiar.

Lucas Leiva / [email protected]

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