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El partido entre San Lorenzo de Almagro y Toronto Raptors en Canadá dejará mucho para escribir: primera vez que se da un choque entre un equipo argentino y uno de la NBA, dignísimo papel del club porteño, puertas abiertas para en un futuro repetir (¿2017?) y algo más, aunque en el terreno personal: acercamiento de franquicias NBA para observar en vivo a Gabriel Deck.

El santiagueño no es alguien desconocido, a partir de varias actuaciones personales continuas con selecciones menores y, últimamente, también con la mayor. De hecho, fue el goleador del Mundial U17 del 2012 y eso solo ya abre los ojos de los que se dedican a mirar jóvenes por todo el mundo para la NBA.

Aprovechando su presencia en Toronto, se acercaron dos ojeadores a verlo en las prácticas: Richard Smith, director de scouting de Utah Jazz, y Dave Babcock, vicepresidente del departamento de jugadores, por traducir el cargo de player personnel de Milwaukee Bucks. Ellos fueron los que más se interiorizaron por Deck, pero no los únicos. En la cancha hubo más. Toronto fue uno de los que también estuvo observándolo con detenimiento.

Estos dos siguen a @gabriel_deck: Richard Smith (director de scouting de Jazz) y Dave Babcock (VP de player personnel de Bucks) #basquetole pic.twitter.com/hLHmrGauPk

— Marcelo G. Nogueira (@mnogueira14) 14 de octubre de 2016

Babcock quedó sorprendido por el alero, le encantó y preguntó mucho sobre él a los integrantes del equipo (cuerpo técnico básicamente) y siguió averiguando por su situación una vez que el plantel se fue de Toronto. Deck tiene cláusula de salida en su contrato por dos temporadas con San Lorenzo, pero además, al ser clase 1995, estará automáticamente disponible para el draft 2017.

Los jugadores internacionales son elegibles sin tener que mandar una carta para ello a la NBA cuando cumplen los 22 en el año calendario del draft, por eso el 2017 es donde podría ser elegido. Lo mismo ocurre con Luca Vildoza, otro candidato argentino.

¿Cuáles son las chances de Deck de llegar a la mejor Liga del mundo? Varias, o al menos son muchas sus posibilidades de entrar en el draft. Ser elegido no es algo positivo siempre, salvo que se entre en la primera ronda, donde las chances de quedar son mayores y, además, hay un sueldo garantizado en caso de quedar muy alto.

Para tener una idea, Damian Jones fue el último elegido en el draft 2016, por Golden State. Los Warriors lo firmaron y este año ganará 1.17 millones de dólares. El año próximo 1.22 y luego el equipo puede no mantenerlo. Si lo dejara, tendría en su año 3 un salario de 1.27 millones y en el cuarto uno de 2.3 millones. Son 6 millones por 4 años.

Claro que los números cambian rotundamente si se sube en la primera ronda. El número 1 (Ben Simmons), arrancará con un salario de 5.9 millones y 26.6 en 4 años, mientras que el 15, en el medio (el español Juancho Hernangómez) se llevará este año 2 millones y, si completa los 4 años con Denver, 9.6 palitos verdes. 

La cosa cambia si Deck es elegido en la segunda ronda. Ahí no hay contratos preestablecidos y el problema es que los derechos del jugador quedan atados a la franquicia que lo elige, algo que en jugadores argentinos no ha sido un gran beneficio. Basta recordar lo ocurrido con Luis Scola y los Spurs (nunca lo llevaron por su contrato con el Tau) o casos menos recordados pero que tampoco terminaron en fichaje (Marcelo Nicola y Houston/Portland) o Federico Kammerichs (Portland).

El último argentino elegido en el draft de la NBA fue Juan Pablo Vaulet, en la segunda ronda del 2015, por Charlotte, que luego lo envió a Brooklyn, equipo que tiene sus derechos todavía. Y el único que fue elegido hasta ahora en primera ronda es Carlos Delfino, seleccionado con el Nº 25 por Detroit en el 2003. No es para ilusionarse por demás, pero tampoco de menos. Deck está en la mira.