Balance de Argentina tras la Ventana: mucha mejoría y mucho por mejorar
22:13 26/11/2024 | El equipo conducido por Pablo Prigioni tuvo dos partidos en donde ganó con claridad, con aspectos claramente en ascenso y otros donde deberá enfocarse.
Después de la primera Ventana para la Americup, donde Argentina había cerrado con una derrota en Chile pese a tener a la mayoría de sus mejores valores (Campazzo, Deck, Bolmaro, por citar a los de Euroliga que estuvieron), era esperable que el público tuviera dudas para esta segunda etapa, en la que ninguno de esos 3 estarían disponibles y los rivales serían Venezuela y Colombia, en la previa más que Chile.
Y todos, sobre todo el equipo, tomó nota de eso. Prigioni esta vez estuvo al frente y, si bien volvió a apostarse por jugadores jóvenes a los que les podría pesar la situación, el balance tras las victorias ante venezolanos y colombianos, en ese aspecto, fue sumamente positivo. Juan Fernández dio la cara en el primer partido, Gonzalo Corbalán en los dos, Vildoza asumió la gran responsabilidad de la base con seriedad y el resto fue intenso y comprometido, con una aparición muy auspiciosa, como la de Pato Garino, en el segundo choque.
En cuanto al juego, hubo algunas señales que el propio Prigioni siempre puso por delante. Hay un punto que no se discute. Esta Argentina, si no defiende muy bien, tiene pocas chances de ganar, porque la posibilidad de correr a partir justamente de una buena defensa es clave para facilitar una ofensiva que, en el cinco contra cinco, se le complica un poco. Argentina defendió gran parte de los dos juegos con convicción y esa fue la principal arma para los triunfos: recibió 61 y 68 puntos. Excelente. Y no perdió el juego físico, pese al buen tamaño y atleticismo de los colombianos, sobre todo. Gran mérito.
En ese aspecto, el interior, fue muy destacado en los minutos que estuvo Fran Cáffaro, sólido atrás en el rebote (tomó 11 rebotes en 34 minutos en cancha entre los 2 partidos) y ocupando espacios con su enorme cuerpo. Delía le dio orden estratégico los minutos que estuvo ante Colombia y los demás (Bressan, Fernández, Vaulet) cumplieron eficientemente. Quizá faltó, lógicamente, más coordinación en algunas defensas de pick and roll y cambios, pero eso es tiempo de trabajo básicamente. Se mejorará.
En ataque, como dijimos, Argentina pudo correr mucho, especialmente ante Colombia, a la que maniató defensivamente en la primera mitad, y por momentos también fue agresiva yendo al cesto desde el perímetro, con Corbalán o Vildoza. Logró pisar pintura para sacar el balón y conseguir tiros. Aquí es donde se vieron los principales problemas. Primero, Venezuela por varios pasajes y Colombia más, se cerraron furiosamente atrás, pero no tanto para cuidar el juego de los internos argentinos, sino para cerrar la posibilidad de pick and roll con caídas o penetraciones que tuvieran espacios.
De ahí, más allá de la idea de juego de Prigioni, surgió la necesidad de Argentina de lanzar mucho de 3 puntos, porque era lo que ofrecían los rivales, que en ese aspecto se centraban en no dejarle tiros limpios a Brussino, y arriesgaban con el resto. Les terminó saliendo mal porque, aunque los porcentajes fueron malos (26% ante Venezuela y 27%, ante Colombia), hubo mucho rebote ofensivo y, como decíamos, muchos puntos en transición también. Argentina necesita levantar su puntería de 3 porque contra rivales más exigentes, generar puntos desde el poste bajo o con sus grandes en general le será difícil, salvo por momentos cuando esté Deck.
Otro punto que quedó un poco en deuda fue el de la base. Argentina necesitó de la presencia todo el tiempo posible de Vildoza y, si bien no se le puede achacar a Redivo, un escolta nato, que lo hiciera muy bien, cumplió con lo básico, pero le costó. Creemos que Argentina necesita al menos dos bases reales para partidos de este calibre.
En resumen, Argentina dio un paso adelante firme esta semana, con Gonzalo Corbalán como principal buena noticia. Pareciera que va a ser fija aun con el equipo completo. Delía demostró que todavía tiene mucho para dar desde su conocimiento del juego. Pepe Vildoza, cuando estén Campazzo, Luca Vildoza y Marcos, quizá la tenga más complicada, pero claramente estuvo a la altura. Lo más importante, sin dudas, fue el gran mejoramiento en el aspecto defensivo. Todos entendieron que, sin eso, no podrán competir a futuro.
Fabián García / [email protected]
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