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“Por la falta de un clavo fue que la herradura se perdió. Por la falta de una herradura fue que el caballo se perdió. Por la falta de un caballo fue que el caballero se perdió. Por la falta de un caballero fue que la batalla se perdió. Y así como la batalla, fue que un reino se perdió. Y todo porque fue un clavo el que faltó”, escribió George Herbert en 1651. 

En Valencia, ese clavo podría ser Bojan Dubljevic. Sin embargo, el poema de Herbert hubiera sido escrito de otra forma si en la batalla aparecía Mike Tobey para salvar al pelotón del ejército derrotado. ¿El motivo? A pesar de que el montenegrino está teniendo un rendimiento por encima de su nivel a causa de algunas molestias, el americano dio un paso al frente y se convirtió en el factor x de un conjunto que sueña con la copa.  

Para contextualizar la situación, Tobey tuvo sólo un doble doble en la temporada regular 2019/20. Sin embargo, en la Fase Final el interno logró dobles cifras en los cuatro partidos que disputó con el Valencia. En puntos, rebotes y valoración, el norteamericano está siendo la solución interior y anímica de un equipo que aprendió, en el buen sentido, a depender de él, tanto en ataque como en defensa.  

En el primer partido, ante el MoraBanc Andorra, el pivote totalizó 15 puntos y 13 rebotes, mientras que en el segundo encuentro logró 17 tantos y 11 atrapes. En los últimos dos juegos, ante San Pablo Burgos y Herbalife Gran Canaria, el de Estados Unidos se fue hasta los 21 puntos y 13 rebotes contra el primero y hasta los 18 puntos y 11 rebotes frente al segundo.  

“Y todo porque fue un clavo el que faltó", dijo Herbert. Lamentablemente el autor del poema no contaba con la astucia de Tobey. Rendidor, facilitador, anotador y liquidador. Desde Estados Unidos hasta Europa sin escalas, sin prisa y sin problemas. Es yanqui, pero tiene el corazón naranja. El valenciano de América. El americano de Valencia.