Michelle Roberts es una de esas personas que tienen el don de transmitir tranquilidad. Tiene 64 años, es abogada, negra y la primera mujer en hacerse cargo del gremio de los jugadores de cualquier deporte profesional de los Estados Unidos. Nació en el Bronx y creció en ese barrio en una vivienda social, se graduó en la Wesleyan University en 1977 y obtuvo su doctorado en leyes en la Universidad de California Berkeley. Hoy es adjunta en la Universidad de Harvard y, en el 2014 fue colocada por ESPN como una de las 25 mujeres más influyentes del deporte. En ese 2014 se quedó con el cargo de directora ejecutiva de la NBPA con 32 de los 36 votos posibles, reemplazando a Billy Hunter.
En marzo de este año, Roberts había decidido abandonar su cargo, por el que gana unos 2.7 millones de dólares anuales, pero apenas unos días después, la NBA tuvo que suspender la temporada, por lo que todo quedó para más adelante. Hoy, Roberts puede decirse que ha sido clave no solo en lo referido a los acuerdos por la justicia social y el racismo que se han hecho con la NBA, o el nuevo fondo que la Liga dedicará a esos temas (300 millones de dólares en los próximos 10 años), sino también en la mismísima organización de la burbuja de Orlando.
La historia y la crisis siguió en Orlando cuando los jugadores de Milwaukee se negaron a jugar su partido de playoffs ante Orlando, luego del indicente con Jacob Blake en Wisconsin, que puso en vilo la continuidad del torneo. Ella lo manejó y sacó otra vez nuevos compromisos de la NBA y los dueños de franquicias ahora y a futuro. Pero todavía quizá le falte la parte más complicada. Arreglar con la NBA los números del tope salarial y el inicio de la 2020/21, para que no corra riesgos el Convenio Colectivo que ella misma negoció hace 3 años y que vence en el 2024.
En una muy interesante entrevista con The New York Times, Roberts cuenta que antes de llegar a este cargo, no había tenido ninguna relación con el básquetbol. "Tenía que entender su contexto histórico, la relación entre los dueños y los jugadores, averiguar quiénes eran las partes interesadas e identificar a mis enemigos y amigos. Fue en gran medida la forma en la que me preparaba cuando tenía un nuevo cliente corporativo en mis anteriores trabajos".
Roberts cuenta en la nota que estudió abogacía porque su madre la introdujo en el tema de la abogacia, ya que era una obsesiva consumidora de juicios. "A ella le gustaba ir a ver casos y comparecencias en un tribunal cercano, y yo la acompañaba. No entendía ni la mitad de lo que estaba viendo, pero pensaba que era la cosa más magnífica del mundo, y desde muy temprano quise ser abogada".
La abogada de la NBPA no tiene miedo en decir por qué cree que los jugadores se han involucrado tanto en temas sociales: "Dos palabras: redes sociales. No he dejado de asombrarme por el alcance que se hace posible a través de las redes sociales. Cuando un joven nuevo entra a la NBA, reviso sus cuentas de Facebook y Twitter, y tiene 250.000 seguidores. Como juega básquetbol y es muy bueno en eso, la gente quiere escuchar lo que tiene que decir. Eso es poder. Y estos muchachos sienten tanto ese poder como la responsabilidad que tienen. Sienten pasión por un tema y quieren poder decir: 'Esto está mal. Esto tiene que cambiar'".
También se refirió a por qué decidieron seguir jugando tras el incidente con los Bucks: "Una de las razones por las que decidieron seguir jugando fue porque vieron la abrumadora cantidad de atención de los medios que recibieron y observaron la influencia que su comportamiento tenía en los atletas de otros deportes. Simplemente subraya que si realmente quieren influir en lo que está sucediendo en este país, pueden, y pueden hacerlo colectivamente de una manera que envíe un mensaje a todo el país y al mundo. En la medida en que los jugadores no apreciaron antes su alcance, ciertamente lo hacen ahora".
Sobre el tema económico que habló con los jugadores cuando hicieron el boicot y su incidente con Patrick Beverley: "No diré nada de Pat. Algunos de ellos tienen la suerte de poder hacer esto durante 15 o 20 años. Pero la mayoría de ellos no. La mayoría de ellos tiene un promedio de menos de cinco años en la NBA, y esos probablemente serán sus mejores años para generar ingresos. Así que tengo que asegurarme de que entiendan lo que están haciendo, cuánto costará y cuál es el impacto".
Sobre las razones del éxito de la burbuja de Orlando: "Me sorprende cuando enciendo la televisión y veo a los jóvenes que actúan como si fueran inmortales. Nuestros jugadores tienen aproximadamente la misma edad, pero lo consiguieron manejar. Cumplen y la gente ha estado a salvo. Esa es la clave. Tienes que tener un protocolo y luego tienes que tener cooperación. Me rompe el corazón ver a los niños que tienen muchas ganas de volver a la escuela y luego pueden se involucran en conductas que pueden cerrar estas instituciones. Deberían aprender una lección de la burbuja de Orlando".
Sobre la próxima temporada: "Creo que tendremos una temporada, pero no creo que comience en diciembre. Puede ser necesario un entorno similar a una burbuja. Sospecho que tendremos un entorno híbrido, tal vez con burbujas de división que duren una cierta cantidad de meses, y luego nos detendremos. Pero el concepto de poner a nuestros jugadores en una burbuja durante toda una temporada no es real. Habrá una caída de ingresos. Veo la posibilidad de que se vuelvan a abrir algunos estadios. Pero si tenemos suerte, veremos el 25 por ciento de los ingresos que normalmente provienen de los tickets por entradas, etc. Eso es optimista. Ojalá podamos suavizar el golpe".