Las lesiones fueron un gran problema para San Lorenzo de Almagro durante febrero. El equipo estuvo diezmado durante 7 juegos, de los cuales perdió cuatro. Mucho para un elenco que perdió 11 en 36 partidos. Pero de a poco fueron regresando nombres importantes en el Ciclón. Nicolás Aguirre y Marcos Mata ya están recuperados. Sin embargo, tanto Mathías Calfani como Matías Sandes, deben esperar para su regreso.
Es por ello, que ante la ausencia de dos jugadores internos, el equipo de Julio Lamas se reforzó por dos meses con Billy McShepard, un ala pivote de 2,08 (el más alto del plantel azulgrana) y que cuenta con un buen tiro externo.
"Me siento genial, me encontré con un excelente ambiente más allá del poco tiempo que tengo con el equipo", dijo el jugador de 29 años. "Sé el esfuerzo que significa jugar la Liga de las Américas", agregó Billy mientras posaba para una fotografía en la pileta del Holiday Inn de Ponce, Puerto Rico.
Con gran predisposición, y el buen humor que lo caracteriza cada vez que se lo consulta por algo, McShepard elogió el nivel que tiene San Lorenzo de Almagro: "Hasta ahora, por lo poco que vi, me pareció un equipo muy bueno. Se maneja muy bien, y todo lo que lograron hasta ahora es por mérito propio".
En la última temporada, el jugador oriundo de Carolina del Norte, jugó en la liga de Israel, más precisamente en el Nes Ziona. Y poco sabe del básquetbol argentino: "No conozco mucho, pero sí sé de sus jugadores más destacados. Pero el básquet en Sudamérica es algo nuevo para mí".
Consultado con la clase de jugador que se encontrará el equipo de Boedo, respondió: "Soy un jugador que pone mucha pasión y toda la energía en el juego. Hago todo lo que está a mi alcance para contagiar y ayudar al equipo a ganar. Amo este deporte y siempre intento dejar todo dentro de la cancha".