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La NBA de este miércoles tendrá un apasionante duelo entre argentinos en Texas. Es que los San Antonio Spurs de Manu Ginóbili se medirán ante los Indiana Pacers de Luis Scola, en un compromiso de gran atracción por estos lares, que promete no decepcionar y que en nuestro caso tendrá el condimento tan especial de confrontar a dos referentes de nuestro básquet.

En la previa al encuentro de esta noche, el periódico San Antonio Express-News realizó una excelente nota con Luis Scola, palpitando el choque de hoy pero haciendo hincapié en la posibilidad que tuvo el capitán argentino de sumarse a las filas de los Spurs. El colega Jeff  McDonald habló con el ala pivote capitalino, dejando algunos relatos interesantes de destacar.

Haciendo hincapié en lo que podía haber sido la llegada a la NBA de Scola de la mano de los Spurs (finalmente el interno debutó en la mejor liga del mundo jugando para Houston Rockets), la charla se centra en primera medida a lo que fue esa chance transcurrida hace siete temporadas, cuando para la campaña 2007/08 el argentino pegó el salto del Baskonia a la NBA.

Siete años más tarde, Luis Scola reconoce que habría sido agradable unirse a los Spurs en la 2007/08 y jugar con Manu Ginóbili. Pero hay otra oportunidad perdida que lamenta aún más.

"Tener la oportunidad de jugar con Manu habría sido grande, pero yo jugaba con Manu cada verano. La oportunidad de jugar con Tim Duncan siempre será difícil pasar por alto, porque él es mi mayor héroe."

Cabe recordar que en julio de 2007, San Antonio Spurs traspasó los derechos de Scola a Houston Rockets; consiguiendo así los Rockets el desembarco de Scola en la NBA por un contrato de 3 años. Los Spurs adquirieron en esa transacción al griego Vassilis Spanoulis, aunque el base nunca llegó a debutar en la franquicia y regresó a Europa.

Este martes, cuando los Pacers de Scola practicaron bajo la sombra de las cinco banderas de campeonato de los Spurs, el argentino no puede dejar de imaginar un universo alternativo en el que algunos de esos anillos podrían estar en sus dedos.

"Estaba mirando, y vi que desde 2002 al 2007, cuando finalmente llegué a la NBA, ganaron tres anillos", dijo Scola. "A veces pienso que tal vez podría haber sido parte de algunos de ellos. Simplemente no funcionó".

Scola golpeó el radar de la NBA principalmente durante su mágica travesía con Argentina y la medalla de oro poco probable en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Para ese momento, Ginóbili ya se había establecido en la NBA, después de haber ganado un campeonato el año anterior. Scola fue el segundo mejor jugador de ese equipo argentino y los Spurs pusieron sus ojos en sus derechos.

Gregg Popovich detectó un gen común que funciona con el ADN de cada uno de los jugadores argentinos y por eso su inclinación hacia los mismos. "Todos ellos parecen tener el mismo corazón inculcado en sus cuerpos", dijo Popovich. "Todos son chicos increíblemente orientados al equipo y tienen una voluntad tremenda para ganar."

El entrenador de Indiana, Frank Vogel, que se encuentra en su segunda temporada con Scola en el roster de los Pacers, también está de acuerdo con la óptica de Popovich. "Ese grupo, todos ellos aprendieron unos de otros, un montón de trucos. La pasión que aportan al juego es similar", dijo Vogel.

Humildemente, Scola dijo que le sorprendería si alguien en San Antonio todavía lamenta el día que los Spurs lo dejaron ir. "Han tenido tanto éxito por aquí que ni siquiera recuerdan quién soy", dijo.

Ahora, en el ocaso de sus carreras, Scola y Ginóbili han resignado al hecho de que probablemente nunca jugarán juntos como compañeros de equipo de la NBA. Para Luis esto representa un lamento, dando la razón por la cual lo siente de dicha forma.

"No me puedo quejar, estoy contento con la forma en que fue mi carrera", dijo Scola. "Es sólo una de esas cosas, piensas si había venido aquí y poco antes, me gustaría tener un par de anillos o tener la oportunidad de jugar con Duncan", concluyó el capitán argentino.

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