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Fue un partido con poco análisis, en el cual no hubo equivalencias entre un conjunto y otro. San Antonio hizo uno de sus partidos más redondos de la temporada, ante unos Suns en crisis y los golearon por 112 a 79.

Desde los primeros minutos del encuentro, los de Popovich marcaron diferencias. El primero en hacerlo fue LaMarcus Aldridge, desequilibrante en el juego interior, para darle a los suyos una diferencia de doble dígito (16-6) que ya no volverían a perder.

San Antonio siguió defendiendo muy bien, castigó de tres con Kawhi Leonard y tuvo interesantes ingresos desde el banco de parte de su segunda unidad. Los Suns no encontraban el aro y caían por 32 a 12 luego del primer período.

En el segundo parcial, poco cambió. Los Spurs seguían desplegando una defensa que hoy los tiene como los mejores de la liga en ese aspecto y con bombas de Leonard y Tony Parker, rompieron la barrera de los 30 puntos de distancia, para luego llegar al entretiempo al frente por 61 a 33.

Ya con el juego prácticamente definido, el tercer cuarto mostró paridad y un empate en 23. De todas maneras, San Antonio hizo negocio y se metió al último período con ventaja 84 a 56.

En el último tramo y ya con los dos equipos con lo profundo de la banca en cancha, los Spurs recuperaron el dominio y volvieron a arremeter contrar unos Suns entregados, hasta llegar al 112 a 79 final.

LaMarcus Aldridge fue el mejor del ganador con 21 puntos y 12 rebotes, mientras que Kawhi Leonard lo acompañó con 19 tantos. Manu, por su lado, aportó 5 puntos en 17 minutos dentro del campo de juego.

Manu Ginóbili: 5 puntos, 1 rebote, 3 asistencias, 3 robos, 1 pérdida, 2-5 en dobles y 1-2 en libres durante 17:32 minutos de juego.