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El momento de Brooklyn es para alarmarse si quieren manterse en puestos de playoffs, ya que perdieron seis de los últimos diez partidos y acumulan una racha negativa de tres derrotas en fila. En la noche de sábado cayeron sin atenuantes ante Miami Heat (88-117) y su récord empeoró a un 32-33. Por ahora se mantienen en el sexto puesto de la Conferencia Este, pero Detroit capitalizó la derrota de los Nets y los igualó en porcentaje de victorias (0.492) a partir de una victoria en Cleveland que les mejoró su balance a un 30-31.

Al margen de especulaciones, el desarrollo del partido fue favorable de principio a fin, pero se exponenció sobre todo en el segundo tiempo, en donde metieron un categórico parcial 63-44. Los dueños de casa fueron superiores en casi todos los estamentos del juego, pero ejercieron una supremacía superlativa en la lucha rebotera, la cual ganaron 46-29. A su vez lograron imponer su estilo de juego y tuvieron mucha fluidez ofensiva: 36 de las 44 conversiones llegaron a partir de una asistencia.

Por su parte Brooklyn tuvo la pólvora mojada en una de sus principales armas ofensivas: el tiro de tres puntos. Apenas llegaron al 21 por ciento de efectividad, ya que fallaron 33 triples de los 42 que ejecutaron. Decididamente fue una noche pobre y sin brillo, en la que los principales exponentes fueron D'Angelo Russell (10 puntos y 8 asistencias) y Joe Harris (15 puntos). Por suerte el calendario de la NBA siempre otorga la posibilidad de una revancha rápida y para Brooklyn podría ser tan pronto como el lunes, cuando reciban a los Mavericks de Luka Doncic y compañía.