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Sin Chris Paul, los Clippers cayeron por 109 a 105 ante los Houston Rockets, en un muy interesante partido que recién se definió en las últimas jugadas del mismo.

Los Angeles comenzó mejor, aprovechando un inicio muy callado de Harden, para tomar la primera ventaja de la noche. Redick y Griffin eran los principales encargados del goleo y los de Rivers, que tuvieron a su hijo Austin como el base titular, controlaban el ritmo del partido.

Sin embargo, todo cambió cuando Harden calentó la mano. Y vaya que lo hizo. El escolta se encendió de repente y empezó a meter todo lo que no había podido hacer en el arranque del encuentro. Desplegando todo su arsenal ofensiva, la figura de los Rockets fue decisivo para igualar la historia: 32-32 tras 12 minutos.

Lo mejor de los angelinos se vio durante la primera parte del segundo cuarto. Ya con Prigioni en cancha, los Clippers subieron su velocidad de juego y empezaron a sacar provecho de varias distracciones del rival en la transición. Smith tuvo un buen ingreso y los de Rivers se fueron adelante por 41 a 34.

Pero claro, esa diferencia había llegado con Harden descansando y cuando volvió al campo, el trámite se emparejó. Además, Thornton dio una mano importante desde la anotación y juntos, bajaron la diferenia a apenas dos: 58 a 56 para los dueños de casa.

La mejoría marcada de Houston continuó en el tercero, nuevamente con Harden como protagonista y ahora con Howard como su ladero importante. Los Clippers evidenciaban muchos problemas defensivos y pasaron a correr desde atrás.

Harden siguió siendo determinante en cada ofensiva, llegando incluso a los 40 puntos en ese mismo tercer cuarto. El local no tenía solución para el 1 vs 1 del escolta y el período acabó con la visita adelante por 83 a 79.

A diferencia de lo que había sucedido en el segundo cuarto, Rivers pagó caro colocar nuevamente cinco suplentes en cancha. El equipo se quedó sin puntos y nuevamente dio ventajas defensivas, con demasiados espacios para Thornton y Brewer, quienes llevaron la brecha al doble dígito.

A partir de ahí, vino un largo rato de las clásicas faltas intencionales, con Capela, Howard y Jordan siendo los protagonistas de las infracciones. Una vez superado ese tramo, los Rockets se metieron en problemas solos: dejaron de jugar sus ofensivas y empezaron a ver parados como Harden atacaba individualmente. 

Los Angeles se cerró bien en esa situación y mandó doble marcas contra el goleador rival. Así, lograron bajar la anotación del contrario y en el otro campo, un tremendo Griffin los dejó a tres (105-102) con un minuto en el reloj.

Un triple del siempre presente Pierce empató la historia en 105, pero inmediatamente, Harden dejó a los suyos arriba por dos con un par de libres. A continuación, llegaría la jugada polémica de la noche: Howard cometió goaltending ante un lanzamiento de Griffin, pero los árbitros no lo vieron y la bola quedó para los texanos.

Desde la línea, Lawson amplió la diferencia a cuatro, sentenciando el eventual triunfo por 109 a 105. Los Clippers no jugaron bien, extrañaron a Paul y sufrieron su segunda derrota de la temporada.

James Harden fue la gran figura de la noche con sus 46 puntos, mientras que Dwight Howard también se destacó por el ganador con 20 puntos y 20 rebotes. En los Clippers no alcanzaron las 35 unidades y 11 rebotes de Blake Griffin.

Pablo Prigioni, por su parte, vio más minutos que de costumbre debido a la lesión de Chris Paul, pero no tuvo su mejor partido: 0 puntos, 2 asistencias, 2 faltas cometidas, 1 robo, 0-2 en dobles y 0-3 en triples durante 16:28 minutos de juego.