Río 2016

Lituania sufrió para quebrar a un dignísimo Nigeria: 89-80

20:55 09/08/2016 | Los lituanos sumaron su segunda victoria en Río después de vencer a unos africanos de inmensa entrega. Maciulis, gran responsable del triunfo.

Maciulis, de brillante tercer cuarto, fue el motor de la reacción lituana (foto: FIBA)

 

Lituania 89 - Nigeria 80

 

Lituania padeció a una pobre primera mitad, pero supo recuperarse a tiempo y dentro de un complemento con nivel en alza venció a Nigeria por 89-80. En la previa no era un partido complicado para el equipo Kazlauskas, sin embargo el seleccionado africano hizo un partido enormemente digno y complicó siempre, sin bajar los brazos hasta los últimos minutos y obligando el desgaste europeo. La intensidad en el segundo tiempo fue tremenda, pero Lituania terminó de asegurarse el duelo manteniendo la calma sobre el final.

 

Jonas Maciulis fue la figura del partido con 21 puntos, siendo el gran motor de la notoria mejoría lituana en todo el segundo tiempo. Detrás de él, lo de Mantas Kalnietis también fue muy productivo. En Nigeria no alcanzó toda la entrega de Ike Diogu (19 puntos y 7 rebotes), el mejor del cuadro africano junto con Mike Umeh (17 unidades y 4 asistencias).

 

Lituania arrancó demasiado tibia, descordinada y sin conexión en su juego, cayendo en un pozo que se empezó a convertir en un vicio con el correr de los minutos. No parecía por falta de ganas, sino más que nada por un tema mental, como si en el aire estuviese girando un clima de tranquilidad que no inmutó demasiado al equipo. Eso, contra un rival modesto pero combativo como Nigeria, fue peligroso.

 

Los africanos hicieron lo suyo, anularon a Lituania con una gran defensa y propusieron un juego de palo a palo donde el bajo goleo fue común denominador. Por momentos se dio un par de lujos, síntoma de confianza en alza, explotando su juego interior con el aporte de Diogu y manejando bien el armado con Umeh. Generó pérdidas y desorientó a Lituania, llevándose el primer parcial por 16-13 tras un maravilloso volcadón de Ibekwe.

 

En el segundo periodo la historia no cambió demasiado. Si bien Lituania apretó por momentos, las ráfagas de Nigeria fueron más intensas y sobre todo el aporte clave de los triples le permitió sostener su brecha de puntos. En el periodo inicial no lastimó desde el perímetro, pero en el segundo cuarto afinó su puntería y clavó un total de 6/13 desde detrás de la medialuna.

 

Exceptuando la tarea de Kalnietis, a Lituania le costó muchísimo pero de todas formas se mantuvo siempre al acecho. La diferencia no fue determinante al ingresar al descanso largo (41-36) y eso fue favorable para los europeos, pero sin dudas que el síntoma preocupante fue la falta de conexión y las pérdidas que mostró por varios pasajes de la primera mitad.

 

Pero Lituania cambió bastante tras el descanso largo, modificó el chip y encontró algo que le venía haciendo falta bastante: efectividad. Con la puntería empezó a plantear un juego distinto, de ida y vuelta pero insostenible en el tiempo para los africanos. La resistencia de Nigeria no duró demasiado, Maciulis se encendió (fue el mejor del tercer periodo) y Kalnietis empezó a tener más compañía en el costado ofensivo.

 

Lituania, con muchísimo más ímpetu, acierto y convicciones, terminó de adelantarse por 65-54 al entrar al último periodo. La diferencia de once no era decisiva, pero en la progresión del partido y dada la curva ascendente de los europeos, la reacción lituana era mayor que las intenciones y el aplicadísimo juego nigeriano.

 

En periodo definitivo fue mucho más combativo, Nigeria elevó su tarea y desde la enorme entrega que supo exhibir forzó el desgaste en Lituania. Diogu fue el máximo responsable del momento africano porque Ibekwe salió varios minutos antes del cierre (por acumulación de faltas), con los africanos dando una brillante muestra de carácter para obligar a su rival a un nuevo juego de ida y vuelta.

 

Pero Lituania terminó sobreviviendo, por la calidad de Maciulis, el aporte de Valanciunas en la zona pintada y el repertorio de sus individualidades que no temblaron en los momentos decisivos. Nigeria la peleó hasta el último minuto llegando a ponerse abajo por cinco unidades (84-79), pero los europeos mantuvieron la calma y terminaron de llevarse el duelo desde la línea de libres.

 

 

Fabián García / [email protected]

Enviado especial a Río de Janeiro, Brasil

En Twitter: @basquetplus

 

 

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