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Lituania 82 - Brasil 76

En un partido que se puede separar totalmente en dos mitades opuestas, Lituania arrancó su participación en Río con una victoria, al superar al dueño de casa por 82 a 76. Igualmente, lo sucedido en el segundo tiempo deja a los de Kazlauskas con muchos interrogantes y a los de Magnano, ilusionados para lo que viene.

Luego de un inicio relativamente parejo, Lituania empezó a quebrar el marcador promediando el primer período. Maciulis y Kalnietis aprovechaban la debilidad defensiva de Brasil, que parecía nervioso por el estreno ante su público. Tras 10 minutos el marcador ya tenía a los visitantes por 27 a 17 arriba.

Lejos de cambiar lo que había sido el trámite del primer parcial, el segundo lo potenció. No solo Brasil se trabó en ataque y siguió dando enormes libertades atrás, sino que para colmo los lituanos estaban con una eficacia insostenible, aunque ayudada por su gran movimiento de pelota.

Brasil lucía apagado y superado por la situación, viendo como la diferencia primero pasaba los 20 puntos y luego llegaba hasta los 30. Lituania daba una clase maestra de básquet, desplegando su versatilidad, con tiradores y defensores capaces de cubrir varias posiciones. Así se llegó al entretiempo con el juego aparentemente definido: 58-29.

Desde un principio se notó que los brasileros salieron del vestuario con otra actitud, buscando para empezar, cambiar la imagen. Durante unos minutos esto no alcanzó para bajar la brecha, pero cuando Barbosa empezó a castigar en ofensiva, las distancias se achicaron. Lituania no se despertaba y el tercer cuarto finalizó con un 80-62 que dejaba algunas incógnitas para el cierre.

El gran cambio de Brasil fue defensivo y para eso, fue decisivo el ingreso de Raulzinho, mucho más apto en ese costado que Marcelinho. El hombre de Utah frenó a Kalnietis y con él, la fluidez ofensiva de un Lituania congelado. La ventaja seguía bajando, primero a 15, luego a 10 y finalmente a 4, restando dos minutos.

Cuando el estadio parecía caerse sobre los lituanos, un oportuno dos y uno de Sabonis los sacó de su siesta. En el otro campo Brasil desaprovechó un par de oportunidades y ya no tuvo tiempo para la heróica. Finalmente fue triunfo para Lituania por 82-76, aunque los de Kazlauskas fallaron en lo que sigue siendo su gran karma: los momentos calientes de los juegos y la mentalidad.

Lituania tuvo a cinco jugadores en doble dígito: Kalnietis 16, Jankunas 15, Seibutis 11, Maciulis 10 y Sabonis 10. Por Brasil el mejor fue Leandrinho con 21, seguido por Raulzinho (¿le habrá ganado el puesto a Huertas?) con 14.