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Estados Unidos - Lituania

Hora en Argentina: 16.00

Hasta hace unas horas atrás, la final que todo el Mundo pronosticaba era entre Estados Unidos y el local, España. Sin embargo, tras la caída del seleccionado de Orenga ante Francia, el torneo ha tomado otro color y ahora los norteamericanos buscarán evitar una nueva sorpresa.

Para hacerlo, deben superar a Lituania, un equipo que hasta el momento y también si regresamos a la etapa de preparación, se ha mostrado como lo más fuerte del certamen, más allá de que el favoritismo lógicamente siga en manos de los NBA.

Hasta el momento, Estados Unidos no ha tenido ninguna prueba complicada y ha resuelto todas sus presentaciones con comodidad, tal como viene de hacer en cuartos de final con una tremenda paliza de 119 a 76 sobre Eslovenia.

Por su parte, Lituania, obviamente sin tanta amplitud desde los números, también viene con paso firme, sufriendo una sola derrota en siete juegos (ante Australia). En cuartos, no tuvieron demasiados problemas para dejar en el camino a Turquía, por 73 a 61.

Lo más interesante del juego, pasará por ver como maneja Estados Unidos el poderío interno de los lituanos, algo que siempre es un interrogante con las últimas selecciones comandadas por el Coach K.

Es cierto,  este plantel estadounidense tiene más hombres grandes que en otras oportunidades, pero aún así, podrían tener algunos problemas para mantenerse con la potencia de Valanciunas o los hermanos Lavrinovic. No hay dudas de que Lituania buscará machacar en la zona pintada lo más posible y seguramente, por allí pase uno de los puntos fundamentales del partido.

Otro aspecto interesante es ver como manejan la presión de los americanos los inexperimentados bases lituanos, quienes como ya marcamos en varias oportunidades, debutaron oficialmente en el seleccionado en este torneo y vienen con actuaciones algo irregulares. Se sabe que para frenar el temible contragolpe de Estados Unidos es importantísimo controlar el ritmo de partido y limitar las pérdidas, algo que será prioridad para los de Kazlauskas.

El encuentro tiene una realidad clara. Mientras transcurra en la media-cancha, las diferencias, si bien favorables para el campeón defensor, no parecen ser tan considerables. Ahora, si cada posesión comienza a definirse en el juego de transición, las chances para los europeos serán inexistentes, contra un equipo que promedia 28 puntos en contragolpe por jornada (Lituania sólo 4,7).