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Argentina encara la recta final de su preparación para el Mundial U17, a disputarse en Santa Fe a partir del 30 de junio. Durante la presentación oficial del evento, pudimos hablar con el entrenador del equipo, Diego Lifschitz.

- ¿Cómo viene siendo la preparación? 

. Estuvo buena. Desde febrero que estamos entrenando una vez por mes, durante una semana. Esta última fue en Reconquista, la anterior en Gálvez, que nos atendieron de maravilla en los dos lugares y todas las previas en el CeNARD. Venimos bien, no tenemos excusas de falta de preparación. Estamos bárbaro y ya con ganas de empezar el 5 de junio la preparación final.

- ¿Cuáles son los pasos a seguir desde ahora hasta el torneo?

. Los chicos se fueron el domingo de Reconquista. Como fue habitual en todas las preparaciones, los chicos reciben un plan físico y un plan técnico. Sus entrenadores y preparadores físicos los reciben también, como sugerencia para que ellos los puedan ensamblar en sus planificaciones. Así que se hizo exactamente igual. Desde ahí vendrán 15 chicos, porque Lugarini está en la U18, ya para empezar la preparación final. Ahí tendremos tres amistosos, previo al viaje a México que tenemos y dos más posteriores al viaje a México.

- La verdad que no tuvieron un sorteo sencillo, más allá de las exigencias lógicas de un Mundial.

. Pero en el Mundial te vas a enfrentar con los mejores, es así. No hay que renegar, es algo lógico. Nos tocó con Francia y Croacia, que son primeros y terceros de Europa. Es un grupo difícil pero nosotros sabemos que el Mundial es muy exigente y nos vamos a enfrentar con grandes equipos, por lo tanto nos estamos preparando para eso.

- ¿Es difícil manejar en la previa la mentalidad de los chicos? Porque es un Mundial, pero siguen siendo jugadores muy jóvenes.

. En relación a los chicos hay que tener mucho cuidado, porque no dejan de ser jugadores en pleno desarrollo. Ponerlos en una competencia internacional los expone a competir contra los mejores y nosotros los grandes que estamos cerca, tenemos que tener mucho cuidado. Hay una exigencia para que tengan un buen rendimiento, pero tiene que ser completamente diferente a la de un jugador profesional, por ser ellos jugadores en desarrollo. Estamos todos preparados para hacerlo y los chicos están preparados para asumir esa situación. La idea es ver cómo estamos con las potencias del mundo. Es el primer objetivo que tenemos.