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Los Cleveland Cavaliers ya sufrieron suficiente en la temporada pasada con el tema lesiones, perdiendo a Kevin Love y Kyrie Irving para la final ante los Warriors. Por eso, parece que este año quieren ser lo más cuidadosos posible.

En ese sentido, la salud de LeBron James obviamente es prioridad y el alero está siendo llevado entre algodones durante la pretemporada, viendo pocos minutos en cancha.

Para colmo, James recibió por estas horas una inyección para sus dolores de espalda y no se cree que vuelva a jugar en lo que resta de la fase preparatoria.

En enero de 2015, el ex Miami tuvo el mismo tratamiento y se perdió dos semanas de partidos. Si esto se repite, estaría llegando muy justo con los tiempos para el debut, el próximo 27 de octubre ante los Chicago Bulls.

Con respecto a esto, el entrenador David Blatt dijo que es seguro que no jugará los dos partidos amistosos que restan en el calendario, aunque podría ver algunos minutos en alguno de ellos.

Los Cavs y James saben que tienen una durísima temporada por delante, en la cual cualquier otra cosa que no sea un título será visto por el ojo crítico como un fracaso.