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El jugador argentino Germán Sciutto ha vivido 45 días que no se olvidará nunca. Jugaba en Robur Basket Osimo de Italia por la Serie C Oro, el 26 de febrero estuvo en su último partido y luego la temporada se suspendió por el brote de Covid 19. Hasta ahí, medianamente normal.

Su problema empezó cuando el 26/3 debía tomar su vuelo de retorno a la Argentina tras la cancelación de la temporada. Cuando llegó a Roma, tras pasar mil controles en el camino desde la ciudad donde estaba aislado con otro argentino (Gianni Dubois), se encontraron con que el vuelo no iba a salir y la frontera argentina se cerraba. 

Volvió a Osimo, estuvo un mes esperando la posibilidad de retornar al país y finalmente lo consiguió el 29 de abril en un vuelo de Alitalia que venía a repatriar italianos que estaban en Argentina. El 30 llegó a Ezeiza, lo subieron a un bus sanitario que lo dejó en Santa Fe, ahí se tomó un remis a San Francisco y finalmente pasó la pesadilla. ¿Pasó?

Al llegar a San Franscisco le hicieron un isopado antes de entrar en la cuarentena obligatoria para todo el que volviera del extranjero y dio negativo, pero este lunes 11 le volvieron a hacer el test y ayer le confirmaron la mala noticia: es positivo. No sabe obviamente cuándo ni cómo se lo contagió, porque es asintomático, por lo tanto en el día que iba a poder al menos ir a hacer las compras y tener contacto con su esposa y sus dos hijos, deberá seguir en su habitación aislado, hasta que pase esto. Un garrón para el jugador de 42 años que, aclaró, todavía no es un ex.