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Luego de analizar lo que dejó la primera temporada de la Liga de Desarrollo para los equipos de la Conferencia Sur, ahora nos centramos en aquellos conjuntos que en la Liga Nacional compiten en el Norte.

Sionista fue el equipo del Norte con más valores para resaltar, mostrando entre siete y ocho jugadores con cierto potencial de Liga, en mayor o menor medida. Empecemos por su base. Alejo Cardoso tiene buena altura para el puesto y una importante velocidad, que le permiten destacarse en transición y atacando el aro. El tiro de tres es uno de sus aspectos a trabajar. 

Por su parte, los puestos de escolta/alero están cargado, con tres jugadores de nivel y pasado de Selección juvenil: Matías Borsatti es un dos algo bajo, pero muy picante, por velocidad y agresividad. Le encanta el aro, sabe definir y es creativo desde el drible, además de muy peligroso en transición. También debe trabajar en su lanzamiento. A diferencia de Borsatti, Carlos Buemo y Martín Gómez son buenos tripleros, teniendo el primero en su favor la capacidad atlética y el segundo, una altura más que interesante para jugar de 2/3.

Como si todo esto fuera poco, Matías Solanas se mostró como otro escolta con buena mano, mientras que Agustín Nader, aunque es más joven y no vio tantos minutos, cuando lo hizo, dio destellos de una importante combinación de altura y movilidad, que le permiten jugar tanto como ala pivote que como alero.

En la zona pintada, Sionista también tiene lo suyo. Maximiliano Robledo fue el goleador del plantel y uno de los mejores jugadores de poste bajo del torneo. Robledo es fuerte y tiene dominado a la perfección un lanzamiento en retirada hacia atrás, que utiliza prácticamente cada vez que recibe de espaldas. 

Capítulo aparte para Ignacio Onetto, quizás el pivote más prometedor de su generación por altura y agilidad, más allá de que debe mejorar y mucho en lo técnico, para dar un salto de calidad. El 99% de los jugadores analizados son promesas y no realidades, aunque en el caso de Onetto, esa situación es más cierta que nunca. Defensivamente su impacto está presente, tal como lo mostró en el Mundial U17 del año pasado, pero en ataque, todavía carece de recursos para ser un factor. Habrá que seguir su evolución.

En Libertad hubo varios proyectos para seguir, incluyendo al goleador de la temporada, Franco Vieta, más allá de que él también tenga cierta experiencia en la primera categoría. Vieta se mostró como un alero de muy buen físico para el puesto y con recursos importantes para sumar en ataque. Quizás deba ganar algo de mayor consistencia con el lanzamiento externo, pero sin dudas es un jugador para prestarle atención, aún cuando ya tiene 22 años.

Otro de los prospectos del equipo de Sunchales es el base José Vildoza. Quizás a esta altura se esperaba algo más de su parte ya en la primera categoría, pero mientras tanto, tuvo una buena campaña LDD, mostrando su combinación de altura, creatividad desde el drible y un mejorado disparo de tres puntos; factores que incluso lo han llevado a estar rankeado entre los proyectos del Draft NBA en webs especializadas como Draft Express.

El juego interior de Libertad tuvo una interesante pareja complementaria entre Camilo Paniagua e Ignacio Moreno. Paniagua es un pivote sin la mejor altura pero con buena movilidad y que se mostró muy productivo cerca del aro, ya sea como definidor, en menor medida como jugador de espaldas y sobre todo, como rebotero ofensivo. Moreno, por su parte, es un cuatro con un destacado lanzamiento de tres puntos a pie firme.

Regatas fue otro de los conjuntos con varios jugadores con experiencia LNB, como por ejemplo Javier Saiz quien estuvo presente en casi la mitad de los juegos de los correntinos en la LDD. Además, Favio Vieta dio muestras de su velocidad y capacidad defensiva en el puesto de base, mientras que Juan Pablo Arengo de todos sus instintos ofensivos, para encontrar espacios, ya sea en transición o en el perímetro, para tomar sus lanzamientos.

Además, Regatas tuvo a uno de los máximos anotadores del certamen como el alero Alejandro Zurbriggen, un perimetral fuerte y con muy buena mano para el tiro exterior. Un goleador puro. Para seguir a futuro y una de las revelaciones del equipo fue Jerónimo Ramírez Acevedo, un externo con buena altura, capacidad atlética y un capaz, aunque algo irregular, tiro de tres. Aunque en la LDD ve minutos de cuatro, seguramente su futuro esté en el perímetro.

San Martín de Corrientes tuvo una figura clara desde lo individual: Cristian Verón, un jugador que aunque deberá pulir algunos aspectos de su juego, tiene el material físico y técnico para jugar la Liga Nacional. Verón es un base anotador que se destaca creando desde el drible y atacando el aro, algo que realiza a un muy buen ritmo. ¿Puntos a mejorar? Mayor regularidad en el tiro externo y sobre todo, su conducción y manejo de los tiempos.

Además de Cristian Scaramuzzino, un jugador que por historia es más de LNB que de LDD, hubo un par de otros otros miembros de San Martín con aportes para valorar: Áxel Méndez es un escolta bajo pero rápido y con buenos recursos anotadores, mientras que Ignacio Colsani es un pivote fuerte, que si bien todavía debe mejorar sus movimientos, tiene algunos destellos en el juego de zona pintada.

Atenas fue liderado desde el goleo por Álvaro Merlo, un jugador que en su momento pareció llegar al plantel cordobés para tener un rol más importante en la primera, pero al que le ha costado ver minutos con los distintos entrenadores del griego. Merlo desplegó su talento en la LDD, siendo el máximo anotador del equipo.

Agustín Más Delfino tuvo un muy interesante inicio de torneo, pero perdió algo de rendimiento hacia el final. Es un externo con un buen físico, aunque no tan explosivo, pero poseedor de una mano certera y sobre todo, instintos anotadores. Quizás se esperaba un poco más que los 12,3 puntos que promedió, aunque en su favor, es un año más joven que varios de los otros chicos que analizamos en este informe.

En cuanto a revelaciones, vale destacar la tarea de Nicolás Svoboda, un jugador veloz, con un sólido manejo y que si bien aquí jugó de escolta por la presencia de Merlo, tiene futuro como base. Es un jugador dinámico y que habrá que seguir en siguientes torneos, pero que tranquilmante, podría empezar a hacerse nombre en la categoría.

Olímpico tuvo su mejor proyecto en el puesto de alero, con la presencia de Lucio Delfino, hermano menor de Carlos. El Delfino Jr es un jugador distinto al ex NBA, pero tiene virtudes que lo han llevado a formar parte de distintas selecciones juveniles. Se trata de un 3/4 (debe seguir haciendo la transición al perímetro) con un físico potente, buena energía y un tiro de tres puntos que de a poco va ganando consistencia. Hablamos de un jugador de rol pero que si continúa puliendo algunas cuestiones, puede tener futuro de Liga Nacional.

El segundo máximo anotador del plantel fue Nicolás Rufer, un 4 largo (más allá de que todavía juegue de 5) que se siente muy cómodo de frente al aro, ya sea para lanzar a media distancia o para atacar desde el drible. Por su parte, Luciano Assefh, si bien todavía no tuvo tantos minutos como los otros mencionados, pudo mostrar algunas características a tener en cuenta, más que nada relacionadas a su buena mano para tirar de tres puntos, combinado a su altura de ala pivote.

En cuanto al perímetro, el que aprovechó la salida del base titular Guillermo Aliende a Lanús fue Ricardo Fernández, quien basó algunos rendimientos positivos principalmente en su buena potencia para el puesto, siendo incluso capaz de postearse ante rivales más pequeños. El otro jugador de mediacancha que se destacó fue Máximo Vélez, un base algo bajo pero veloz y con buena mano para el triple.

En Quimsa el goleador fue Matías Martínez, un escolta que alternó su participación entre este conjunto de la LDD y Nicolás Avellaneda del Torneo Federal, mostrándose sumamente importante a la hora de atacar el aro, sacar faltas y crear ofensiva. En el perímetro formaron una gran dupla con José Montero, otro proyecto interesante gracias a su velocidad y buenos recursos anotadores.

Aunque en otro rol, los santiagueños contaron con otros tres jugadores a mencionar: Esteban Ledesma fue un ala pivote (aunque tiene cuerpo más de perimetral) con un buen disparo en la media distancia; Brahian Buticci un base de buena potencia física y con capacidad para poner algo de presión defensiva, mientras que Lucio Pagani apareció como el pivote encargado de la lucha interna, destacándose por su capacidad rebotera, aún sin tener la altura ideal para la posición.

Los dos jugadores más productivos en La Unión ya tienen bastante experiencia a nivel Liga Nacional y categorías del ascenso, como son Sergio Mora y Franco Barroso, por lo que los obviamos en este estudio. Fuera de ellos, fue positivo lo del escolta Manuel Martínez, quien a pesar de ser algo bajo para el puesto, aprovechó su destacado primer paso para atacar el aro con frecuencia.

Por otro lado, Santiago Egas mostró un buen físico para ser base y una interesante mano de tres puntos, mientras que Juan Yergovic la capacidad para jugar de frente al aro desde la posición de ala pivote, con un buen tiro en la media distancia.

Estudiantes fue el equipo que desde los resultados tuvo peor rendimiento en el torneo, aunque en su favor, sí pudo mostrar algunos jugadores interesantes en lo individual. Lo más importante vino de la mano del base Lautaro Toranzo, de muy buena altura para el puesto, creativo con el balón y con cierta velocidad. Todavía debe mejorar defensivamente y ganar consistencia en su tiro y toma de decisiones, aunque tiene el potencial para ser una de las revelaciones a nivel nacional en los próximos años.

Más allá del potencial de Toranzo, desde lo numérico lo mejor estuvo de la mano de Juan Pablo Folmer, un 3/4 con potencia e interesante capacidad anotadora, tanto de frente como de espaldas al aro. Del que se esperaba algo más, es de Rodrigo Perren, un pivote de buena altura que si bien no produjo con regularidad, tuvo algunos destellos en el ataque de espaldas al aro, sobre todo con sus ganchos.