Basquetplus.com

Mientras en la mayoría de los equipos podemos destacar a tres o cuatro jugadores como futuros LNB, en Bahía encontramos entre ocho y nueve, como mínimo. Para empezar, saquemos del medio a Gastón Whelan (gran defensor y conductor), Lucio Redivo (anotador puro) y Juan Pablo Vaulet (el gran futuro nacional en el puesto de alero), quienes ya ven minutos regularmente en la rotación de Ginóbili.

Entre los restantes, aparece otro talento natural como Máximo Fjellerup, figura de Argentina en el pasado Mundial U17 y un escolta con virtudes atléticas y técnicas poco comunes. Debe mejorar su tiro a pie firme. Detrás de Fjellerup en el puesto de escolta y aunque se sumó tarde, está Ayan Nuñez Carvalho, quien es muy atlético, fuerte y cumple a la perfección su rol: defensa y tiro. Tiene potencial para incluso ser de Selección. Cerrando el talentoso perímetro llega Martín Fernández, quien también aporta entrega defensa y lanzamiento a pie firme, además de mucho esfuerzo. El dribble es su punto principal a trabajar.

El campeón Bahía también tuvo sus internos interesantes. Ariel Ramos debe seguir trabajando en su tiro de tres (lo está mejorando) pero trae mucha energía, sacrificio y una capacidad rebotera que lo ubica entre los mejores de la LDD. Rodrigo Gerhardt es un cuatro abierto con buena capacidad técnica y ciertos movimientos para postearse cuando juega de tres, mientras que Francisco Filippa merece su reconocimiento por ser el obrero del plantel, encargado de la lucha en la zona pintada y el trabajo sucio.

Después de Bahía Basket, Lanús es el equipo de la Conferencia Sur que más jugadores a analizar arrojó esta temporada LDD. Si hablamos del granate, todo empieza con Iván Gramajo: el escolta se mostró entre los mejores anotadores naturales del torneo, no sólo haciendo daño con el tiro de tres, sino que aprovechando su velocidad y agresividad para atacar el aro. Vivió en la línea de libres.

Su compañero de mediacancha, Facundo Gago, con quien ya está viendo minutos grandes en la primera de Vecchio, es un base algo bajo pero muy creativo con la pelota. Su manejo de pelota es muy destacado para la edad y es peligroso atacando el aro, incluso con un buen manejo del tiro en flotadora. El tercer miembro del cuadro titular de Lanús entre los externos fue Diego Pena García, un especialista en tiro de tres a pie firme. 

El banco de suplentes también tuvo sus figuras, con dos que se sumaron tarde pero aportaron en grande: Michel Divoy, un 2-3 con buena capacidad de gol y Guillermo Aliende, un conductor capaz de hacer daño sobre todo como triplero. En el juego interior, Alejandro Marinelli cumplió la función de cuatro de frente al aro, mientras que Alberto Farré, aunque debe trabajar en su cuidado del balón, fue un pivote muy grande para este escenario y capaz de generar situaciones desde el poste bajo.

Obras es otro de los conjuntos con un número grande de proyectos. El más importante probablemente sea Fernando Zurbriggen, un base que ya tuvo su paso destacado por la LNB cuando le tocó ver minutos y que la rompió en la segunda mitad del torneo. Zurbriggen no es un especialista, pero hace casi todo bien: es atlético, penetra, puede lanzar y sobre todo, es un defensor muy agresivo y colaborador en los tableros.

Completando el perímetro titular, aparece la dupla Juan Pablo Lugrín - Mateo Marziali, quienes llevan mucho tiempo jugando juntos. Los dos tienen un buen físico para el puesto de escolta, pero mientras Marziali es más potente, Lugrín es algo más creativo desde el drible.

Una de las apariciones más interesantes del torneo en cuanto a jugadores grandes fue la de Laureano Zalio, un pivote de 19 años y 2,06 metros. Tuvo algunos tramos irregulares desde el goleo, pero terminó la campaña con todo. Zalio es un cinco muy interno, con algunos movimientos de poste bajo y que da una mano grande como rebotero. Un jugador a seguir y cuyas características no sobran en nuestro medio.

Luego, Obras presentó un extenso grupo de jugadores de 16 años (Ibarra, Berra, Cocha o Barbotti, entre otros) que tuvieron aportes que ilusionan, aunque habrá que seguir su crecimiento para una evaluación más extensa. En el caso de Hilario Gutiérrez, el ala pivote terminó como el segundo máximo anotador, pero dejó al equipo en febrero para jugar el Torneo Federal.

Boca tuvo en Lucas Gargallo a uno de los jugadores más determinantes del certamen y quizás el que más produjo en situaciones de 1 vs 1, ya sea desde el perímetro o sobre todo posteado. Pero Gargallo ya es titular en el equipo de Córdoba, así que centremosnos en el resto (tampoco incluímos a Nicolás Copello, también ya con bastante experiencia en primera).

Entre el grupo restante, lo más interesante pasa por Rodrigo Funes, un escolta que cuando mejore algunos aspectos de su juego (lo físico sobre todo) parece destinado a ver minutos importantes en la LNB. Hay pocos escoltas a su edad con la combinación de altura, velocidad y tiro que Funes posee. Sin haber un registro oficial, nos animamos a decir que estuvo seguro en el Top 3 de triples convertidos y probablemente, el que más intentó desde esa área.

Alejo Rodríguez fue otro jugador que mostró condiciones positivas en los minutos que vio, generalmente desde el banco. Es muy atlético y siempre parece estar metido y concentrado, además de dar una mano en los rebotes. No crea tanto por su cuenta y le falta tiro de tres, pero cumple con su rol. Por su parte, Christian Boudet y Nahuel Paciotti son dos "veteranos" de distintas selecciones juveniles, quienes también aportaron lo suyo.

Martín Estivill tuvo una buena aparición como cuatro que juega de frente al aro, mientras que habrá que seguir muy de cerca a Juan Cruz Germano, de apenas 15 años pero toda una torre, con brazos muy largos. Desde el juego todavía está lejos de los chicos más grandes y no tuvo demasiada participación, pero es sin dudas un proyecto a tener en cuenta.

Ciclista hizo una buena temporada y además de contar con la presencia de dos jugadores con experiencia LNB como Santiago Gandolfo y Lucas Díaz, mostró algunas apariciones importantes. Sin dudas que la más importante es la del base Facundo Corvalán, quien emergió como una de las figuras del torneo, a pesar de sus 16 años de edad.

Corvalán tiene un futuro enorme, con mucha personalidad, buen físico, capacidad atlética y creación para atacar el aro, además de ser un defensor determinante. Hoy en día le falta eficacia con el tiro, pero es quizás el proyecto más importante que tiene el país en el puesto de base, al menos entre aquellos que participaron de la LDD.

Por otro lado, Maximiliano Tamburini dio muestras de su condición de anotador serial, con su capacidad para encontrar el más mínimo espacio, ya sea en transición o de tres, para sacar su tiro. Por último, el escolta Manuel Lambrisca dejó sensaciones positivas, mostrándose como un perimetral bastante alto y veloz, pero sobre todo, agresivo para atacar el aro. Será importante que mejore su tiro y mecánica de lanzamiento, los cuales hoy no son los ideales.

Argentino de Junín contó con tres jugadores con claras expectativas de Liga Nacional. Su goleador, Genaro Lorio es el más joven de ellos y un perimetral con un interesante futuro. Por físico, quizás deba hacer la transición al puesto de base eventualmente (hoy es escolta), pero muestra un buen repertorio anotador, sobre todo con su mano a distancia y velocidad.

Por su parte, los Agustín, Bualó y Acuña, formaron una de las mejores parejas de pick and roll del torneo. Argentino sumó una gran cantidad de puntos por esta combinación y ambos fueron importantes en la continuidad de la temporada. Tanto el base como el ala pivote saben jugar y poseen buenos conceptos para su edad. Bualó es talentoso y creativo con el balón, mientras que Acuña sabe moverse en la zona pintada con mucha presencia. El problema para este último, es que no tiene una gran altura (en su favor sí es fuerte) por lo que deberá trabajar en su tiro externo, el cual no utilizó demasiado a este nivel.

Quilmes tuvo en sus filas a otro de los bases más destacados de la competencia, como es Bruno Sansimoni, un jugador con un buen manejo y una importante capacidad técnica para crear desde el puesto de armador.

La tarea de Joffrey Merchant, mientras intenta hacer la transición hacia un juego más perimetral también fue importante, al igual que el aporte goleador del escolta Santiago García Coria.

También vamos a destacar a Tomás Reimundo, el pivote más productivo entre los chicos de su edad (16) y otro proyecto a seguir bien de cerca. De los pivotes jóvenes, es uno de los que posee mayores recursos, aún cuando no es particularmente alto para el puesto.

Gimnasia tuvo a otro de los goleadores de la Liga De Desarrollo, con Federico Giarrafa, quien ya ve algunos minutos en la primera con Gonzalo García. En cuanto a los proyectos con menos exposición, vale destacar a Diego Maranesi, un alero mendocino de buena altura y explosión atlética, que la rompió durante toda la temporada, marcando diferencias desde lo físico.

La mediacancha conformada por Tomás Musotto y Tomás Himmel tuvo sus partidos destacados, mientras que Joaquín Thorp lució como una versión más baja de Pablo Orletti, con su producción rebotera, juego físico en defensa y definición en la zona pintada de situaciones creadas por sus compañeros.

Peñarol es uno de los equipos más complicados para analizar, ya que casi no hubo información ni imágenes de sus encuentros. Dentro de lo que pudo verse (en persona), Jerónimo Barón fue sin dudas el más destacado, tratándose de un alero alto, fuerte y con un importante lanzamiento de tres puntos. Acabó como uno de los máximos goleadores del certamen.