La increíble carrera de Robert Horry, el hombre de los siete anillos
09:55 25/08/2020 | El ala pivote ganó más campeonatos que cualquier jugador de la historia más allá del plantel de los Celtics que dominó en los años sesenta.
Tan sólo los integrantes del histórico plantel de los Boston Celtics de la década del sesenta tiene más campeonatos que él. Logró anotar tiros vitales para la obtención de muchos de esos títulos, convirtiéndose en una parte importante de las coronaciones. No, no se trata de Michael Jordan o de Kareem Abdul-Jabbar: el hombre en cuestión es Robert Horry, dueño de siete anillos y de una carrera atípica y envidiable.
El ala pivote llegó a la NBA en el Draft de 1992 al ser elegido por los Houston Rockets en el puesto once de la ceremonia y tardó apenas dos años en festejar su primera consagración. Los texanos aprovecharon el primer retiro de MJ y enlazaron dos trofeos, con Hakeem Olajuwon como principal figura. En la segunda de esas Finales, se ganó el apodo que lo acompañó durante toda su trayectoria: Big Shot Rob. Surgió luego de que anotara un triple clave para darle el triunfo a su equipo en el tercer juego de la serie, que terminaría con una barrida a Orlando Magic.
En la 1996/97, Horry pasó a Los Ángeles Lakers luego de una corta experiencia en Phoenix Suns. Sin saberlo, se unió a lo que luego sería una de las dinastías más dominantes de la historia. Con Shaquille O'Neal y Kobe Bryant, los angelinos ganaron tres campeonatos consecutivos entre el 2000 y el 2002. Él formó parte de todos ellos y se mostró clutch en varios juegos. El más importante fue aquel cuarto cruce de las Finales de Conferencia del 2002 ante Sacramento Kings, en el que encestó el game-winner y decantó la llave para el lado de los suyos.
Experto en el entendimiento del desarrollo de las organizaciones, se fue a San Antonio Spurs en 2004 mientras el Big Three conformado por Tim Duncan, Manu Ginóbili y Tony Parker se establecía como un núcleo superior al resto. Salió victorioso en 2005 y en 2007, superó en títulos a Jordan y a Abdul-Jabbar y se metió de lleno en los libros dorados de la liga. En la eliminatoria decisiva ante Detroit Pistons, Horry también fue protagonista al meter un triple ganador en el quinto encuentro.
Jamás fue la pieza fundacional de una institución, ni emergió como una superestrella capaz de tomar el control de una plantilla y hacerse con el liderazgo de la misma. Sin embargo, fue lo suficientemente inteligente y talentoso para encontrarse casi siempre en el lugar correcto y a la hora señalada. El lanzamiento justo con el equipo indicado. Big Shot Rob supo transitar su camino en la competición como pocos.
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