Alemania

La historia de Rodrigo Pastore: un argentino profeta fuera de su tierra

17:15 02/06/2017 | Hablamos con el Rodrigo Pastore, actual entrenador del sorprendente Chemnitz alemán, que se quedó a un paso del ascenso. Conocé su historia.

Rodrigo Pastore dirigiendo a los 99ers

La historia de Rodrigo Pastore no es una más dentro de los argentinos ligados al básquet. El hoy entrenador del Chemnitz alemán, dejó su país hace 25 años, emigrando a Estados Unidos en 1992. Allí llegó a jugar en la NAIA (alternativa a la NCAA) de la mano de Lipscomb, escuela de la que egresó en 1996. 

Teniendo que dar el salto al profesionalismo, Pastore, un base de 1,89 de estatura, no optó por la vía más tradicional: mientras otros compatriotas deciden volver a su tierra luego de la experiencia norteamericana, el bonaerense eligió comenzar su carrera rentada en Alemania. Y desde allí, nunca paró de trabajar en el viejo continente: en Alemania disputó dos temporadas con el Bayreuth, luego jugó la 1998-1999 con el Jesi italiano, para regesar a tierras germánicas en la 1999-2000 de la mano del Bonn.

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Luego, vinieron cuatro nuevas campañas en Italia con el Ragusa, el Trieste (primera categoría) y el Osimo. Sus últimos tres años como jugador se dieron en Suiza, primero con el Lugano (2005-2006) y más tarde con el Vacallo, donde comenzó con una particular transición a la dirección técnica: colaboró con el entrenador en la 2006-2007 y tuvo un rol de jugador-técnico en la 2007-2008 (en realidad fue casi exclusivamente DT; apenas ingresó en un partido).

Una nueva profesión

"Mi carrera como jugador estaba terminando rápidamente debido a una continuación de lesiones. El general manager de Vacallo me pidió que ayudara al cuerpo técnico, tomando responsabilidad en la guía técnica. Sin saberlo estaba iniciando mi carrera como entrenador. En la temporada siguiente mi nombre seguía figurando como jugador, pero en realidad hacía solamente una función".

"La realidad es que hubiera sido imposible ganar un campeonato suizo sin perder un partido de playoffs y dos copas consecutivas teniendo un doble rol. Debo admitir que fue amor a primera vista y que me siento muy afortunado de poder hacer profesionalmente lo que más deseo".

El amor a primera vista también se potenció con la obtención de buenos y rápidos resultados: se consagró campeón de la Liga suiza en el 2009, mientras que tanto en ese año como en el anterior (2008) pudo obtener la copa doméstica. Luego llegó un subcampeonato en el 2010 y un par de buenas campañas en 2011 y 2012, para recibir una mala noticia en febrero del 2013: la salida de la institución de los planos principales del básquet suizo, lo que forzó a Pastore a tomar otros rumbos.

El regreso a Alemania

La vuelta a la actividad se dio en el 2015, de la mano de un país conocido para el argentino: Alemania, tomando al Chemnitz de la segunda división. Su primer año en el club los vio terminar en la séptima colocación, mientras que la reciente 2016/17 dejó un gusto agridulce: hicieron una enorme campaña, llegaron a semifinales, pero se quedaron a solo una victoria del ascenso, cayendo ante el Oettinger por 3-2 (los dos finalistas subían a la BBL). Para Pastore, de todas maneras, el saldo fue netamente positivo.

"Me quedé con sensaciones realmente positivas, porque pudimos ser muy competitivos en una liga donde nuestro potencial económico no nos pone ni dentro de los mejores ocho equipos. Lo que fue clave para nuestro suceso fue el hecho de que ya se empieza a ver el desarrollo de algunos jugadores jóvenes, que tanto protagonismo tienen en nuestro club. Este verano tendremos dos jugadores de nuestra plantilla en la selección alemana U20 y otros dos en la U18".

"El mejoramiento del básquet alemán desde hace unos 20 años a esta parte ha sido formidable", dice el DT sobre uno de los gigantes dormidos de Europa. "A mi parecer, durante ese lapso, solo la liga turca ha mejorado más que la Bundesliga. Actualmente no veo muchos equipos en Euroliga que jueguen o muestren un mejor básquet de lo que muestra el Brose Bamberg. El equipo de Andrea Trinchieri, a quien considero una de las mejores mentes basquetbolísticas de Europa,  ha hecho dos Euroligas de muy alta calidad, especialmente por juego de equipo. Y no será una sorpresa para nadie si en los proximos años el Bayern Munich tambien inicia a jugar un rol preponderante al más alto nivel. A nivel de selección es cierto, los resultados todavía no llegaron, pero es una cuestión de tiempo porque el talento, especialmente en los equipos formativos, es excelente".

¿Qué depara su futuro? "El 1 de junio ha iniciado mi último año de contrato con los Chemnitz 99ers. Tanto el presidente como el director deportivo ya han manifestado la voluntad de querer prolongar este vínculo contractual. Pero mi futuro inmediato pasa por tratar de alistar para la próxima temporada el mejor plantel posible dentro de nuestras posibilidades ecónomicas. Tambien ver si podemos mejorar aún más lo hecho la temporada pasada, no tanto en materia de resultados, sino en lo que respecta al trabajo cuotidiano que realizamos tanto individual como colectivamente".

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"La primera clave que tengo como entrenador es la importancia del ataque con oportunidades parecidas para todos los jugadores en campo (equal opportunity offense) y del pase extra para tomar un gran tiro en vez de un buen tiro", dice Pastore cuando le consultamos sobre una propuesta de juego muy propia, que ayudó a compensar el desbalance de presupuesto contra otros rivales. "Segundo, el énfasis del spacing ofensivo y en la velocidad de ejecución, como también la idea de evitar el abuso del drible (over-dribbling). Y tercero, la mentalidad y el orgullo de ser un equipo que determina el tipo de tiros que va a otorgar al adversario y no concede segundas oportunidades".

Argentina, a 12 mil kilómetros de distancia

Pastore lleva un cuarto de siglo fuera del país y por eso, el objetivo de trabajar en la Liga Nacional no es tan fuerte como puede resultar para alguien con mayor vinculación al torneo. Igualmente, el DT no cierra ninguna puerta e incluso se anima a dar su visión sobre el presente nacional, con su óptica desde el extranjero. 

"Llevo 25 años (4 en Estados Unidos y 21 en Europa) fuera de mi país. Visito mi familia lo más frecuentemente posible y por supuesto extraño la mismas cosas que todo argentino extraña estando afuera. Aunque debo decir que estuve siempre muy cómodo con mi trabajo y en los lugares donde lo tuve que realizar. Mi meta como entrenador es la de mejorarme continuamente, independientemente del lugar donde me toque hacerlo. En estos momentos mi concentración pasa por tratar de lograr algo que hasta hace solo un par de años, era impensado en la ProA alemana: llevar a los Chemnitz 99ers a la máxima categoría. Estoy por empezar mi tercera temporada con el equipo y no pienso realmente más allá del trabajo en mano que tengo. Lo que vendrá se analizará a su debido momento".

"El básquetbol argentino está transitando un momento de recambio en todos los estamentos. Las decisiones que se tomen para mejorar la competencia en todos los niveles será crucial en esta etapa. Los planes Altura y Talentos que se están comenzando a implementar necesitan tiempo y mucho trabajo para dar sus frutos. La notable Generación Dorada ya está dando lugar a la aparición de nuevas posibles figuras. El roce internacional indispensable para su crecimiento se ve venir. Soy optimista con respecto al básquetbol argentino porque conozco a la gente que lo está llevando adelante y sé de su capacidad", cierra la charla un hombre de 44 años que poco a poco se ha ido transformando en profeta fuera de su tierra.

 

Juan Estévez / [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @JuanEstevez90
 

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