La frustración incontenible de Chandler Parsons
19:12 01/01/2019 | El alero de 30 años planteó que los Memphis Grizzlies no le permiten volver a jugar pese a que está al 100 por ciento desde lo físico.
La última noche del año tuvo como pico más elevado el partidazo de James Harden (43 puntos, 13 asistencias y 10 rebotes), a partir del que los Rockets erigieron un triunfo 113-101 sobre Memphis. Pero también hubo una intrahistoria en ese mismo encuentro y su principal protagonista fue Chandler Parsons, quien una vez más no ingresó al campo de juego pese a estar en el banco de suplentes y aparentemente sano fisícamente tras haber superado una mala racha de lesiones.
Esta realidad no hace más que aumentar la frustración del alero, que hace unos días había despotricado contra la organización en una charla con Commercial Appeal: "La parte más confusa es que estoy plenamente saludable. Las personas expertas con las que trabajo a nivel médico cada día me dicen que estoy bien, por lo que es frustrante ver al equipo pelear mientras estoy sentado. Allí, en el banco, sano y muriendo por jugar". Solamente ha disputado los primeros tres partidos de la temporada 2018/19, luego de los cuales tuvo que parar por una lesión de rodilla.
"La comunicación no existe. No hay nada. No creo que nada de esto llegue desde un punto de vista basquetbolístico y mucho menos desde uno de salud. El personal médico me ha autorizado y no se trata tampoco de un tema de adaptación o de ritmo. Ya estuve un tiempo entrenando y he demostrado que puedo encajar en el equipo. Creo que lo peor para mí es que no hay comunicación alguna sobre qué está sucediendo o cuándo voy a jugar", completó Parsons, considerado para muchos como una de las peores adquisiciones del mercado. Los Grizzlies lo ficharon en 2016 con un contrato de cuatro años y 94 millones de dólares, pero desde ese momento solo ha podido jugar 73 partidos.