La evolución de los bases en la actualidad: de armadores a anotadores
19:42 18/03/2020 | En la actualidad el puesto de base mutó. Los armadores ya no son sólo facilitadores; también son anotadores. Un análisis de su evolución.
El mundo avanza y no se detiene. Cada vez hay mejores teléfonos móviles, ordenadores y sistemas avanzados que a todos sorprenden. Las facilidades están a la vuelta de la esquina y todos estamos conectados. El progreso es constante, las máquinas se apoderan de la rutina y lo pasado está pisado. Hay que reinventarse o atrasarse, no hay vuelta atrás y el que no se adapta termina siendo desbordado por el mismo sistema.
En el básquet, como en la vida misma, los paradigmas cambian y en todo momento hay algo nuevo, algo que debe ser potenciado para no quedar obsoleto. Los jugadores están cada vez más preparados, la alimentación es fundamental y el cuidado del cuerpo y la salud ocupan un rol preponderante. Todos están aptos y la mayoría entrena de cara al futuro, a lo que se viene y a lo que vendrá.
La eliminación de las posiciones tradicionales, la preponderancia del triple, el juego de frente al aro de los interiores y las estadísticas avanzadas son el futuro y ya es imposible evitar hablar de ellas. Obviar algunas de estas variantes es un error y en todas las escuelas de la pelota naranja se intentan potenciar, transformar y mejorar para trascender.
De igual manera evolucionaron los bases, aquellos integrantes del equipo que en el pasado cumplían el papel de organizadores de juego. Antes tenían que hacer brillar a sus compañeros, asistiendo y manteniendo a todos contentos, sin importar sus prestaciones ofensivas. En la actualidad, los armadores también deben tener armas en ataque, buen lanzamiento exterior y la habilidad para desequilibrar a partir de sus fundamentos, teniendo la chance de generar oportunidades al resto.
Así lo entiende Silvio Santander, Director del Programa Nacional Formativo de la CABB, quien analiza que "el armador antiguo que era sólo un director de juego quedó de lado y ya se parece más a un escolta anotador. El básquet va hacia una situación en la que se utilizan dos bases que anoten y sean creadores. Aparte, dos jugadores abiertos para utilizarlos de catch and shoot (recibir y tirar) y un grande que tenga juego aéreo y continuidad hacia el canasto".
Jugadores como Luka Doncic, Stephen Curry, Damian Lillard y Russell Westbrook en la NBA, Mike James, Facundo Campazzo y Shane Larkin en Euroliga y José Vildoza en la misma LNB, son algunos de los claros ejemplos de bases con alto bagaje ofensivo. Pueden lanzar, penetrar y castigar de mil maneras a las defensas con sus fundamentos. Pero son importantes porque también, a partir de su relevancia en ataque, generan oportunidades para sus compañeros. De los ejemplos nombrados, todos promedian más de dos asistencias y sólo el de San Lorenzo menos de tres. A su vez, todos ellos anotan más de ocho puntos, y sólo Campazzo y Vildoza menos de 20.
"El armador que termina los juegos sin asistencias me parece que no es correcto y hay que tratar de ser equilibrados para que también sea creador y que a partir de eso el ataque del equipo fluya", comenta Santander para ubicarse en esta misma línea. Anotador, pero también facilitador, un híbrido que pueda continuar aplicando los conceptos del pasado (timing y lectura) para combinarlos con los fundamentos actuales (buen lanzamiento, penetración y relevancia adelante).
Los bases que no tienen algunos de estos recursos comienzan a ser obsoletos. En el básquet moderno hay que saber tirar, penetrar y anotar de distintas maneras para evitar que los ataques sean predecibles. Ya no alcanza con sólo jugar para los costados y pasar bien la pelota. Un claro ejemplo es Ben Simmons, el armador de Philadelphia Sixers al que las defensas saben cómo marcar. En términos de spacing, al no tener eficiencia exterior y un tiro confiable, es una carga para su equipo, especialmente en playoffs.
Siguiendo con el foco en la NBA, desde 2009 hasta 2019, hubo 13 temporadas en las que la media de los armadores fue de al menos seis asistencias y siete triples lanzados por partido. En los 20 años anteriores, dede 1989 hasta 2009, ocurrió este fenómeno en tan sólo cinco campañas.
Pero hay que tener cuidado con el mensaje que se les da a los más pequeños. "Los chicos deben desarrollar temprano el lanzamiento y ser agresivos en el uno contra uno. Pero tener recursos no quiere decir que tengo que jugar para mí, porque siempre el equipo está por delante. Los jóvenes deben aumentar sus armas ofensivas, pero siempre pensado en función del equipo. No hay nada más importante que hacer las cosas juntos y no de a uno", advierte Silvio.
Tiro, penetración, recursos, fundamentos, lectura, timing y spacing son las herramientas que todo base debe tener en la actualidad. Combinación de factores y habilidades en pos del equipo. Anotación sin olvidarse de la dirección. El básquet moderno ya llegó y está en su mejor momento. Los bases no quedaron afuera y se adaptaron. O te rebelás o te consumís. No hay otra manera, no existe otro camino. El futuro es ahora.
Ignacio Miranda/ [email protected]
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